Conservar un peso corporal equilibrado está condicionado por diversos elementos, entre ellos ciertas rutinas diarias que, aunque frecuentes, pueden afectar de forma negativa el funcionamiento de la salud corporal.
Una de las expertas, la Doctora Chang, destacó que el hambre actúa como una señal biológica esencial que orienta sobre el momento y la cantidad adecuada de alimentos a ingerir. Sin embargo, la exposición constante a pantallas o dispositivos electrónicos mientras se come interrumpe este proceso natural, lo que puede llevar a consumir más de lo necesario.
CUÁLES SON LOS HÁBITOS QUE EVITAN QUE MANTENGAS UN PESO ESTABLE Y DEBÉS CAMBIAR
Algunos de los errores más clásicos cometidos son los siguientes:
* El llamado “club del plato vacío” consiste en la costumbre de terminar toda la comida servida sin tomar en cuenta la sensación de saciedad, un hábito que suele instaurarse desde la niñez.
* Las dietas restrictivas, lejos de ser soluciones eficaces, disminuyen el metabolismo basal, fomentan la obsesión por los alimentos prohibidos y elevan el riesgo de episodios de ingesta excesiva. Según datos citados por Chang, el 90% de quienes adoptan este tipo de regímenes recuperan el peso perdido en un período de dos a cinco años.
* La carencia de “vitamina S” —es decir, la satisfacción— al no disfrutar de la comida o evitar ingredientes placenteros puede generar desánimo y dificultar la continuidad de una alimentación equilibrada.
* Otro error frecuente es la ingesta insuficiente de grasas saludables. Al enfocarse únicamente en las proteínas, se descuida el consumo de lípidos esenciales para la absorción de micronutrientes y el mantenimiento del equilibrio hormonal.
Además, la especialista recomendó aumentar el consumo de legumbres, incorporándolas de tres a cuatro veces por semana, para diversificar las fuentes proteicas, ya que a menudo se observa un consumo excesivo de huevos y poca presencia de estas opciones vegetales.
Los especialistas coinciden en que lograr una pérdida de peso exitosa requiere una combinación de conciencia corporal, decisiones nutricionales balanceadas y un enfoque sostenible en el tiempo.
Según Chang, uno de los aspectos clave para mantener una relación saludable con la alimentación es “eliminar las distracciones y dejar que el hambre y la sensación de saciedad sean los auténticos referentes que guíen el comportamiento al comer.”
Finalmente, resaltó la importancia de volver a entender la comida como un ritual consciente, evitando la multitarea y prestando atención a las señales internas que envía el cuerpo.