El desabastecimiento de gas en las estaciones de servicio y grandes industrias continúa agravándose ante la falta de previsión del Gobierno, que apenas hoy concretó la compra de un cargamento de emergencia.
La impericia y falta de previsión del Gobierno de Javier Milei llevó al país a una crisis energética sin precedentes, que llevó a la decisión de ENARSA de suspender la venta de gas a estaciones de GNC y grandes industrias.
El objetivo de la medida es priorizar la distribución a los hogares en medio de la ola de frio que atraviesa gran parte del país, así como regular los faltantes en el suministro.
La situación se da luego de que el Gobierno decidiera llevar adelante un brutal ajuste a la obra pública, que incluyó la parálisis de las obras en el Gasoducto Néstor Kirchner, a lo que se sumó un recorte del 80% de la importación de combustibles para poder celebrar un ficticio superávit primario.
En este contexto, la administración libertaria decidió comprar GNL (Gas Natural Licuado) a la empresa brasileña Petrobras el fin de semana pasada, pero la regasificación apenas comenzó hoy debido a los retrasos en los pagos, y la situación podría extenderse hasta el sábado.
Faltantes en las estaciones de servicio
La primera consecuencia directa ocurrió en las estaciones de servicio de todo el país. Inicialmente el desabastecimiento afectó a la provincia de Córdoba, pero luego se extendió a Santa Fe, La Rioja, Catamarca y Buenos Aires.
El vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, Oscar Olivero, expresó que se trata de la primera crisis de este tipo que afecta al sector y alertó que "van a ser por los menos 48 o 72 horas, hasta que se normalice la situación".
"A la una de la mañana dieron una orden de corte total", indicó, por lo que "las estaciones estarán cerradas", aunque admitió que es "una medida necesaria" ante el aumento del consumo residencial. "Por estos fríos, la situación se complicó", completó.
"En este momento tenemos una conmoción tremenda de consultas porque lamentablemente hoy van a cerrar todas las estaciones", explicó, y apuntó que:
"La matriz del problema no es el foco del GNC, es que el transporte y la distribución están totalmente en emergencia con respecto a lo que nosotros necesitamos consumir”.
"Desde 1984 y hasta el día de hoy nunca faltó GNC”, señaló, y aclaró que hubo faltantes de manera parcial debido a que la compra de GNC de estacioneros bajo modalidad interrumpida.
“Creo que estamos ante una tormenta perfecta. Por parte de Neuquén, las plantas de Saliquelló y Tratayén no están funcionando que son plantas compresoras de gas. A Bahía Blanca le está llegando el 50% de lo que debería llegar y Bolivia, por otra parte, cortó el contrato con la Argentina y a su vez no se hizo -que es de dos meses- la reversión del gasoducto del norte", explicó.
Finalmente, agregó que "Bolivia tiene la obligación de pasarle a Brasil y se iba a triangular. Brasil nos iba a pasar el cupo y no nos pasa". "Los barcos, por una mala planificación estratégica del gobierno actual no se compraron a término y esto implica que nos podamos quedar sin luz y sin gas", dijo aludiendo al abastecimiento de las productoras termoeléctricas.
La industria, en riesgo
La decisión de suspender la distribución de GNC también impactó directamente en las grandes industrias de todo el país, con faltantes en las fábricas del norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
Se trata de alrededor de 100 industrias, que incluyen petroleras, cerealeras petroquímicas y empresas agroindustriales, a las que se les informó en las últimas horas que se interrumpiría el suministro.
En el caso de Litoral Gas, se anunció que la "Transportadora de Gas del Norte S.A. ha declarado una situación de Fuerza Mayor, razón por la cual se ve comprometido el normal abastecimiento de la demanda prioritaria en nuestra zona de distribución".
"Nos vemos obligados a solicitarle que cese a la mayor brevedad y hasta que medie comunicación expresa en contrario, el consumo de gas natural en sus instalaciones industriales, independientemente de quién sea su proveedor de transporte y/o gas", agregaron.
Retrasos en la regasificación
En medio de la crisis, el gobierno anunció la licitación de 12 cargamentos de fueloil y gasoil la semana pasada. Esto llevó al arribo de un buque de Petrobras con GNL, pero el comienzo de la transferencia fue hoy.
Según EconoJournal, ENARSA inicialmente no pudo documentar la transferencia de US$22 millones a una cuenta en el exterior de la empresa brasilera, por lo que no se había autorizado la descarga.
En las últimas horas, ENARSA confirmó que se concretó la transacción monetaria y dio inicio el proceso de descarga. Al respecto, indicaron:
"Hoy a las 9.10 se recibió la confirmación de la carta de crédito emitida por el BNA (Banco Nación), de parte del banco designado por Petrobras" e "inmediatamente, se inicia el proceso de descarga del barco, que ya se encontraba amurado al buque regasificador de Escobar, conectado desde las 16 del martes 28 de mayo".
"La situación se produjo por una disconformidad del proveedor respecto a la carta de crédito emitida el pasado viernes 24, a pesar de que la misma fue emitida en los términos requeridos por el proveedor destacándose que el banco había recibido una igual para un cargamento similar en las últimas semanas", explicó la compañía.
Por su parte, el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, intentó deslindarse de las responsabilidades por la crisis, y aseguró que no estaba previsto el cambio de temperaturas.
“Estamos en el otoño más frío desde 1980 no pronosticado y con fuerte demanda de gas”, dijo.
La falta de gas afecta a cada vez más estaciones de servicio y ya alcanza a las grandes industrias es una publicación original de El Ágora Digital. No lea copias. Infórmese mejor leyendo la fuente original de esta noticia.
