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La contracara de la movilización: el miércoles de furia del "Toto" Caputo

En un verdadero día de furia, el ministro de Economía Luis "Toto" Caputo desbarrancó este miércoles con amenazas a gobernadores y diputados de la oposición colaboracionista por los cambios que quieren consensuar en la Ley Ómnibus.

Mientras la CGT, las dos CTA, el peronismo, movimientos sociales y ciudadanos de a pie se movilizaban masivamente en contra del "caputazo" del mega DNU y la Ley Ómnibus, el ministro de Economía del gobierno estallaba en furia contra los sectores aliados de la oposición que rechazan partes centrales del mega proyecto libertario.

Sucede que el PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal (HCF) no piensan aceptar el ajuste a las jubilaciones, y especialmente, el aumento de las retenciones al sector agropecuario.

En cambio, Caputo pone como condición inclaudicable la aprobación de la suba de retenciones que eleva los derechos de exportación del 31% al 33% para el maíz, el trigo y la soja tanto en grano como industrializada.

Caputo considera que el éxito del equilibrio de las cuentas públicas y la suma de reservas, dependen de esa suba de retenciones que según la Oficina de Presupuesto del Congreso sumaría apenas 1.500 millones de dólares de recaudación.

Sucede que la suba de retenciones es un punto central del acuerdo al que llegó Caputo con el FMI para que el organismo de crédito desembolse los fondos para que Argentina enfrente los vencimientos que tiene por adelante.

Pero el acuerdo alcanzado entre el oficialismo y los aliados por la Ley Ómnibus le borra a Caputo los puntos centrales de su ajuste: se mantiene la fórmula jubilatoria y luego se ajustará por inflación; se elimina la suba de retenciones y se licúa la transferencia de activos del FGS de la ANSES al Tesoro.

Frustrado y anticipando una votación en contra de sus intereses, Caputo desbarrancó este miércoles con una serie de publicaciones en redes sociales en los que se peleó con los gobernadores y los jefes de los bloques aliados, en especial con Miguel Ángel Pichetto (HCF) que lo trató de cobarde por rehuir su obligación de exponer en el Congreso.

"Las partidas provinciales se recortarán inmediatamente si alguno de los artículos económicos es rechazado. No es una amenaza, es la confirmación que vamos a cumplir con el mandato que nos han dado la mayoría de los argentinos", amenazó Caputo por X (ex Twitter) a los gobernadores.

El comentario no le cayó nada bien a Pichetto, quien se mueve como una pieza fundamental del "opo-oficialismo" para lograr reformas liberales con cierto pragmatismo político. El ex senador se puso al hombro las negociaciones que ni el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, pudo realizar.

Tras la amenaza de Caputo a los  gobernadores, Pichetto le recriminó su su falta de valentía para apersonarse en el Congreso y defender los puntos nodales de la Ley Ómnibus.

"Tiene que dejar de apretar a los gobernadores y tratar de buscar acuerdos con los gobiernos provinciales en lugar de amenazarlos", recriminó el histórico legislador.

Pero lejos de bajar el tono, "Toto" redobló la apuesta y no sólo cargó contra Pichetto, sino que se tomó la libertad de minimizar la importancia del Congreso al decir que no se presentó porque "tenía cosas más importantes que hacer":

"Diputado, si algo me sobra es valentía, por eso acepté este puesto en el peor momento de nuestra historia. Con respecto a no haber ido al Congreso, tenía cosas más importantes que hacer para el país como cerrar el acuerdo con el Fondo que estaba caído y estábamos al borde del default. Por último, el tuit no es una amenaza, es una respuesta a todos los argentinos que se preguntan que pasaría si el Congreso no aprobara la ley: ratifico que vamos a cumplir igualmente con la meta fiscal, lo que implicará que las provincias contarán con menos recursos".

Incrédulo ante la falta de respeto, de inteligencia política y de vocación de buscar acuerdos, quien defendió a Pichetto fue el diputado radical Rodrigo de Loredo, jefe de la bancada de UCR. El cordobés no sólo defendió a los gobernadores, sino que le marcó la cancha a Caputo al recordarle que los ministros -como él- están a tiro de "decretos o de juicio político".

De Loredo le "recordó" al ministro que los gobernadores son electos por el voto popular, y por ende cuentan con la legitimidad política que no tienen los funcionarios como ministros, que con un solo decreto o juicio político pueden ser removidos de su cargo de un día para otro sin consecuencias institucionales.

"Le recuerdo que los ministros no son votados por la gente y están a disposición de decretos o de juicio político. Que los gobernadores, en cambio, sí han sido votados por el pueblo de sus distritos. Que la gente no votó un ajuste a los jubilados ni un aumento de retenciones. Esto tampoco es una amenaza, es una respuesta a todos los jubilados y productores que se preguntan si el ajuste volverá a caer sobre ellos o si verdaderamente se produjo un cambio", contestó picante De Loredo.

Sin saber cómo canalizar su ira, Caputo incluso encontró tiempo para discutir por redes sociales con una usuaria que le recriminaba la falta de políticas para los jubilados. Un pasatiempo que el ministro prioriza antes de buscar los consensos para aprobar su Ley Ómnibus.

Pichetto y la rosca por el dictamen

Mientras el movimiento obrero organizado colmaba las calles de todo el país, Pichetto llevaba adelante frenéticas negociaciones con el oficialismo para reformar el paupérrimo dictamen que se votó el pasado martes.

Sin embargo, las reuniones parecen no haber llegado a buen puerto. De hecho, el titular de HCF expulsó del encuentro a Federico Sturzenegger, autor del mega DNU y a quien el gobierno envió como emisario para las negociaciones.

La falta de pericia de los operadores del oficialismo sacó de eje al experimentado legislador.

Pichetto estalló cuando en medio de la reunión con Cristian Ritondo, Rodrigo de Loredo y representantes del oficialismo se hizo presente Sturzenegger, quien no tiene ningún cargo oficial en el gobierno a pesar de haber escrito varios de los artículos del mega DNU.

De inmediato Pichetto exigió que se retirara del lugar y comenzó a referirse al economista como "este tarado".

"Si está este tarado acá, yo me voy. Este tarado destruyó el país, nos metió en un caos institucional con el DNU", les dijo Pichetto. Consciente de que no era bienvenido en la reunión, Sturzenegger tuvo que partir.

La contracara de la movilización: el miércoles de furia del "Toto" Caputo es una publicación original de El Ágora Digital.

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