El mandatario brasileño apuntó contra el opositor Luiz Inácio Lula da Silva y dijo: “Miren lo que ocurre cuando la izquierda vuelve al poder”
De cara a las próximas elecciones presidenciales, el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, anticipó hoy que una victoria del opositor Luiz Inácio Lula da Silva en los comicios del año que viene sería producto del “fraude”, en una nueva seguidilla de acusaciones lanzadas frente a sus seguidores, en el Palacio de la Alvorada.
“Miren lo que ocurre cuando la izquierda vuelve al poder. En 2019 lo anticipé. Los argentinos ya están escapando hacia Brasil”, dijo Bolsonaro, sobre un supuesto exilio de argentinos tras el triunfo de Alberto Fernández. “¿Los brasileños, hacia donde se escaparán?”, agregó.
El mandatario, investigado por el máximo tribunal de Justicia -Supremo Tribunal Federal- de Brasil por un escándalo de corrupción vinculado a la compra de vacunas contra el coronavirus, citó un supuesto movimiento de salida de argentinos hacia Brasil por segunda vez en una semana, tras mencionar relatos de presuntos argentinos radicados en la costa del estado de San Pablo.
Hasta ahora, Lula da Silva aparece como favorito en los sondeos locales, luego de que fueran anuladas sus condenas por corrupción en la Operación Lava Jato en Curitiba, permitiéndole inmediatamente al líder del Partido de los Trabajadores volver a disputar una elección
Mientras enfrenta duras protestas en su contra, Bolsonaro dijo que puede caminar por el país mientras que Lula “no puede salir a tomar un trago a un bar porque es insultado... y dicen que tiene el 49% de intención de voto”.
El comentario se produjo luego de que el diario Folha de Sao Paulo publicara que el Partido de los Trabajadores recomendó aumentar la seguridad de Lula cuando comience a viajar por el país para fortalecer su eventual candidatura el año próximo.
“Los mismos que sacaron a Lula [da Silva]de la cárcel van a contar los votos y por eso están en contra del voto electrónico controlado por el voto de papel”, afirmó el mandatario de Brasil, en alusión a la falta de apoyo que tuvo un pedido de cambio del sistema electoral con urna electrónica.
Bolsonaro dijo también que “hace dos años no hay corrupción en Brasil”, aunque admitió que está “siendo acusado” de este delito por la Policía Federal “por una vacuna que no fue comprada”.
El mandatario lanzó acusaciones desde la semana pasada a todo el arco político opositor mientras avanza la investigación en su contra sobre prevaricato en un contrato que finalmente no prosperó para adquirir.
