Este viernes a las 9 de la mañana y por Zoom, los integrantes de la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria se reunirán para analizar el impacto de la sequía y los incendios en las provincias de Chaco, Formosa, Córdoba y Corrientes, entre otros distritos. Según explicaron los especialistas, los actuales incendios ya superan a los registrados en 2018 y 2019. Y además, ya se equiparan a los de 2008.
“Lo que ocurre con los incendios es sorprendente y lo vemos en una magnitud grande. En Córdoba, Chaco, Formosa y San Luis se multiplicaron los focos de calor detectados por satélite. Es un desastre ambiental que se extiende a todo el Gran Chaco, incluso en Paraguay. Hay sequía en dichas áreas desde hace un año", dijo Pablo Mercuri, director del Centro de Investigaciones de Recursos Naturales del INTA Castelar.
Además, el especialista en clima planteó que la situación se puede agravar, ya que no se hay pronósticos de precipitaciones significativas para dentro de 10 o días. El jueves de esta semana habría posibilidades de lluvias muy leves y aisladas en el norte de Santa Fe y este de Chaco y Corrientes. Y luego, se observa una inestabilidad y lluvias para después del 16 o 17 del corriente mes.
“El panorama es muy crítico en Formosa, porque las precipitaciones han desaparecido y el actual frente frío complica todo. La sequía se ha profundizado. Hace más de 8 meses que no se registran lluvias y lamentablemente no hay pronósticos de las mismas hasta fin de año. Por todo esto, los incendios son moneda corriente, acompañado de un viento norte que traslada las llamas kilómetros y kilómetros de extensión”, señaló Roberto Consolani, vocal de la Mesa Ejecutiva de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) e integrante de la Confederación de Asociaciones Rurales de Chaco y Formosa (CHAFOR).
Asimismo, el productor y dirigente comentó que la ausencia de pasturas y los focos de incendios ya provocaron la mortandad de cerca del 20% del stock vacuno provincial y se espera que haya una merma de terneros para el año que viene.
Por otro lado, los primeros datos sobre el impacto en Chaco que serán analizados en la reunión del viernes, reflejan que en trigo las pérdidas llegarían al 80%, donde se sembraron 119 mil hectáreas de las 188.400 hectáreas proyectadas. En girasol se sembraron solamente 75 mil hectáreas sobre una intención de siembra de 260 mil hectáreas, y con una alta mortandad de animales por la baja disponibilidad de forrajes y aguadas en aquellas zonas de ganadería de monte. También es alto el nivel de afectación en la producción de algodón y apicultura.
A todo esto, los especialistas señalaron que en la zona pampeana se transita un año con una muy alta diferencia entre las intenciones de siembra y lo que finalmente sembraron los productores agropecuarios, como consecuencia de los efectos del clima, pero también por el riesgo e incertidumbre que existe.
Campaña agrícola
El clima en la región núcleo y en pleno desarrollo de la campaña agrícola 2020-2021, también está generando complicaciones. La semana pasada, en trigo la condición regular a malo del cultivo subió 100 mil hectáreas y alcanza las 800 mil hectáreas de un total sembrado de 1.600.000 hectáreas, según los datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El panorama más complicado sigue siendo en el centro-sur de Santa Fe y el este de Córdoba, donde ya casi no queda agua para atravesar el periodo crítico del cereal. “Aparte, a la falta de agua se suma que el 20 y 21 de septiembre pasado hubo temperaturas de bajo cero grado a nivel del suelo y que dejó serios daños en espigas sobre todo en lotes que vienen de maíz o de trigo/soja”, comentaron los técnicos de la Bolsa rosarina.
Por último, la falta de precipitaciones y el clima frío, frenó la siembra de maíz. La semana pasada se llegó a cubrir el 67% del área núcleo con maíz temprano, un avance de solamente 2 puntos respecto a lo sucedido hace 15 días, de acuerdo al relevamiento de la BCR. Los encargados de realizar el mismo, advirtieron que se aguarda una recarga hídrica para continuar con la labor, donde en la mitad norte de la región núcleo, se requieren al menos 20 a 30 milímetros para poder completar las siembras tempranas. De no concretarse lluvias importantes en octubre, los ingenieros evalúan de sembrarlo de manera tardía.
