La vida es movimiento. La mente es movimiento. El movimiento nos permite avanzar. Bajo la acepción mueve tu mente, la psicología actual trata de lanzarnos el mensaje de que la vida es un proceso donde tenemos una parte activa. Tenemos capacidad para aprender y desaprender, sustituir, eliminar, modificar, mejorar, alcanzar... La neuroplasticidad cerebral es una parte esencial de esta realidad. Nuestra capacidad para proponernos metas y objetivos, o elegir nuestros sueños y deseos, nos recuerda que nada está escrito en piedra. Mover la mente significa trabajar en ella para convertirla en un lugar donde nos guste estar. Significa transformarla para mejorarla. Significa avanzar en un proceso hacia la sabiduría y la madurez personal. Eso supone aprovechar los desafíos de la vida para crecer, estar dispuestos a no quedarnos atrapados en una historia que nos atasca, a aprender estrategias para repararnos internamente, a usar herramientas para recuperar la energía mental que gastamos, a mirarnos por dentro, a cultivar todo lo que nos hace únicos, etc. ¿Por donde empezamos?
El secreto mejor guardado de las personas felices: de la sabiduría y la felicidad
Las personas más felices del mundo lo saben. Según el doctor Jonathan Fisher, autor del libro Just one Heart, "los psiquiatras e investigadores Thomas Meeks y Dilip Jeste enfatizan la importancia de la autorreflexión, la capacidad de manejar las emociones de manera efectiva y la habilidad de navegar con gracia por la incertidumbre. Además, destacan la importancia de dar la bienvenida a diversas perspectivas, fomentar tendencias prosociales y tomar decisiones sociales astutas". La verdadera sabiduría, explica, "va más allá de simplemente acumular experiencias. Se trata de extraer su esencia y utilizar ese conocimiento para contribuir al bien común". Sintetizando estos diversos puntos de vista, el experto sintetiza la sabiduría en 7 puntos clave:
- Humildad: Reconocer nuestras limitaciones y permanecer abiertos a aprender de los demás.
- Aceptación de la incertidumbre: Aceptar las ambigüedades inherentes de la vida y tomar decisiones con una comprensión matizada.
- Aprender de la experiencia: Cultivar una curiosidad implacable y extraer información valiosa de experiencias positivas y desafiantes.
- Perspectiva: Ver el mundo a través de una lente más amplia, adaptarse a las circunstancias cambiantes y apreciar la interconexión de la vida.
- Empatía y compasión: Comprender y resonar con las emociones de los demás, promover la bondad y contribuir al bienestar colectivo.
- Regulación emocional: Manejar las emociones de manera efectiva, navegar los desafíos con estabilidad y fomentar la paz interior.
- Juicio: Tomar decisiones informadas basadas en el conocimiento, la experiencia y una comprensión profunda de la situación.
Fuente:https://www.telva.com/bienestar/psicologia/2024/09/02/66d070c401a2f101be8b456d.html