¿Por qué nos preocupamos? Según la psicología, la preocupación es un mecanismo del cerebro para tratar de minimizar o eliminar algún riesgo. Es una parte del proceso de buscar soluciones a los problemas, una reacción natural ante una amenaza, real o no. Y todos lo hacemos. La última en confesarlo en una entrevista ha sido la top Kendall Jenner. También la periodista australiana Brigid Delaney. Conocida por su columna Brigid Delaney's Diary en The Guardian, acaba de publicar en España su libro Cómo dejar de preocuparte: Ser estoicos en tiempos caóticos (Paidós, 2024). Confiesa la comunicadora que ser periodista en los tiempos que corren te expone a una sobredosis de noticias negativas y alarmantes que es difícil gestionar debido a la sobreinformación constante que nos llega a través de la tecnología. En medio de la vorágine, Delaney descubrió el estoicismo a través de un curso online -Semana estoica, de Modern Stoicism-, organizado por profesores interesados en la filosofía antigua. "Me pareció útil, y empecé a leer todo lo que caía en mis manos, y finalmente escribí mi libro", cuenta en The Guardian.
Cómo aplicar el estoicismo a la vida actual para tener más calma
A través de las enseñanzas de Epicteto, Séneca y Marco Aurelio, Brigid Delaney nos muestra cómo es posible recuperar algo de la tranquilidad que hemos perdido. A través de su experiencia personal la autora demuestra como la filosofía estoica le ha resultado "útil para articular cómo vivir una vida virtuosa (practicar el coraje, la sabiduría, la templanza y la justicia); también me ayudó a manejar problemas peculiarmente modernos, por ejemplo, montones de redes sociales, Fomo, incluso resacas". Pero, ¿cómo puede ayudarnos a reducir nuestros niveles de preocupación? Dice la psiquiatra Marian Rojas-Estapé que el 90% de nuestras preocupaciones no se cumplirán jamás". Recuperamos en este artículo una de las técnicas favoritas de Delaney es la prueba de control estoica. "Es muy efectiva para evaluar lo que podemos o no podemos controlar en la vida. Saberlo es liberador".
La técnica estoica para dejar de preocuparte: la prueba de control
La autora utiliza la técnica estoica de la prueba de control en el primer momento en que percibe que empieza a preocuparse por algo. Se puede aplicar a cualquier preocupación: desde una noticia que lees en Internet hasta a tu próxima cita con el dentista. Según explica la autora, "la fórmula, o prueba, es del romano Epícteto en su Enchiridion, el Manual de Epícteto publicado en el año 125 d.C.: "Dentro de nuestro poder están la opinión, la motivación, el deseo, la aversión y, en una palabra, todo lo que sea de nuestra propia acción; no está en nuestro poder nuestro cuerpo, nuestra propiedad, nuestra reputación, nuestro cargo y, en una palabra, todo lo que no sea de nuestra propia culpa". En la práctica: "¿Quieres que alguien de quien estás enamorado se enamore de ti? Fuera de tu control. ¿Quieres un trabajo? Puedes postularte, pero la selección está fuera de sus manos. ¿Te has enamorado de un piso? Haz una oferta, pero es muy probable que otras personas también lo quieran", explica Brigid Delaney. Es decir:
- Qué podemos controlar: "Nuestras propias acciones y reacciones, nuestros deseos, nuestro carácter y cómo tratamos a los demás", explica la periodista.
- Qué no podemos controlar: "Nuestros cuerpos, las acciones de los demás, nuestra reputación y nuestra fortuna (la personal y la financiera)", añade.
Es decir, "utilizo la prueba de control todos los días para hacer una evaluación de las cosas en las que debo preocuparme y, en consecuencia, hacia dónde puedo dirigir mejor mi energía. (...) De acuerdo con el estoicismo, la energía debe ser puesta en áreas donde tenemos control directo. De lo contrario, sufrimos innecesariamente".
Fuente:https://www.telva.com/bienestar/psicologia/2024/05/14/6643318f02136e58228b4592.html
