Narradora de historias cautivadoras, podría ser la mejor manera de presentar a Nuria Pérez. Autora de ensayos, creadora y conductora del podcast Gabinete de Curiosidadesy ahora novelista de ficción, se estrena en este género con No Tocarás (ed. Salamandra). Al final de los agradecimientos de su primera novela, podemos leer, "Querido Mincho, viva la ambición'. "Fue mi querido amigo Domingo el que me dijo que ya estaba preparada para una novela y que tenía que ser más ambiciosa". Gallega de nacimiento , como el fallecido escritor Domingo Villar, y ex-publicista, cuenta que su primer momento de pánico fue tener que escribir en español: "Pasé años trabajando en publicidad fuera de España y solo hablaba y leía en italiano e inglés". Gracias a la confianza de su otra hada madrina, la editora Sigrid Kraus, se lanzó a escribir No Tocarás, protagonizada por tres mujeres que en diferentes épocas y geografías acabarán entrelazando sus historias. Mary, una joven sirvienta cuya historia transcurre en Londres en 1873 y que se ve envuelta en un acto inconfesable que cambiará su vida. La segunda mujer es Marta, una celadora en el Museo Sorolla de Madrid en 1998, que lleva meses intercambiando mensajes secretos con un desconocido. Y la tercera protagonista es Adela, un escritora de éxito , también en Londres pero en la misma época que Marta, que se enfrenta a una crisis matrimonial. Un historia compleja en la que aparecen microrrelatos paralelos en forma de "curiosidades " que en manos de Nuria se convierten en relatos absorbentes: "Incluyo varios hechos reales, como el del Alexandra Palace, un centro de ocio en Londres con una historia poco conocida, quizás por vergonzante, ya que se utilizó como prisión donde se encerró a los ciudadanos alemanes que residían en Inglaterra durante la II Guerra Mundial".
"Mi novela es un homenaje a la Divina Comedia y al libre albedrío"
En sus páginas se mezclan las costumbres del Londres del siglo XIX con las del castizo barrio de Chamberí de finales del siglo XIX y se suceden los espacios familiares como el Museo Sorolla. Es Clotilde, la esposa del pintor, la encargada de cerrar, con un gesto fortuito, la circunferencia de toda la trama. "Quería homenajear a la Divina Comedia, con una estructura en círculos, pero sobre todo esta novela habla del libre albedrío. Las tres protagonistas van decidiendo su destino, algo que creo que se les está negando a las nuevas generaciones atrapadas en las redes sociales. Quise situar las tres historias en épocas pre-smartphone, ya que hay misterios que en la era de Google no hubieran tenido sentido. Marta, una de las protagonistas, hubiera descubierto quién le escribía los mensajes secretos en cuestión de minutos". Otra de las motivaciones que empujó a Nuria a la escritura de ficción fue seguir con el ejercicio de unir los extremos. "Ya lo hacía en Gabinete de Curiosidades y me sigo empeñando en buscar todo aquello que une lo aparentemente opuesto. Es más necesario que nunca explorar el mundo de los grises para poder escapar del extremismo. Me gusta mucho una frase de Juan Gabriel Vázquez, en su último libro La traducción del mundo, que dice que la calidad de la democracia de un país se mide por la calidad de su ficción. Cuanto más transites el terreno de la duda, que te la ofrece la novela, más empatizas con el otro. Sin embargo vivimos una época en la que todos buscamos reforzar nuestras certezas, por eso proliferan tanto los ensayos".
"los escritores tenemos que salir de nuestra charca"
En qué se inspira Nuria para escribir es una pregunta obligada para alguien con una dieta tan variada de referencias que van del rapero Harry Mack a los guiones del creador de Black Mirror, Jesse Amnstrong. "Me fijo, sobre todo, en las narraciones que manejan muchos personajes y eso lo encuentro en los guiones de las series. Me encanta David Simon, autor de The Wire o Jenji Leslie Kohan creadora de Weeds y de Orange Is the New Black. Para esta novela recurrí a escritoras empáticas que salen de su charca y se meten de lleno en las vidas ajenas y para mí la reina es Lionel Shriver, la autora de Tenemos que hablar de Kevin".
Sin miedo a la crítica "que a veces es gratuitamente feroz" ,Nuria ha dejado algo de sí misma en cada una de las tres protagonistas. "Con Marta comparto mi aritmomanía, un TOC que consiste en contar numéricamente todo para mantener el control de tu entorno. Además he reflejado otras de mis obsesiones, como mi pasión por la cerámica". El pocillo de porcelana de Spode que aparece en la portada es el hilo conductor de las tres historias: "Soy capaz de reconocer la época de cada pieza de cerámica de la casa inglesa solo por el nombre de la colección que aparece en su base".
"No Tocarás es un regalo a todos los fans de Gabinete de Curiosidades"
El fenómeno que supuso su manera de narrar en Gabinete de Curiosidades le granjeó una legión de fans que aún a día de hoy le atestan de regalos de agradecimiento su apartado de correos. "No Tocarás es un regalo para todos aquellos que me acompañaron durante las 4 temporadas de Gabinete y que agotaron mi anterior libro sobre cine negro, ElMonstruo del Monóculo en la preventa. Quiero agradecérselo con historias que les atrapen, ya sean lectores jóvenes o más mayores. Sigo usando esos anclajes emocionales que tanto me gustan , en forma de canciones conocidas y referencias de la cultura pop que sitúan a los personajes y guiñan un ojo al lector. En una época como la actual, de estímulos infinitos, creo que el entretenimiento hay que tomárselo muy en serio".
Fuente:https://www.telva.com/cultura/2024/05/17/6646255a01a2f1757f8b456d.html
