Natalia Verbeke es pura carcajada. Llega a la sesión con TELVA dispuesta a disfrutar de cada momento, una filosofía que también está aplicando a su vida. "Antes no dejaba de pensar en el qué dirán pero ahora todo eso me da más igual, debe ser la edad", dice entre risas. La actriz nos muestra su lado más magnético tanto frente a la cámara como fuera de ella. "Pero grabamos uno de los vídeos con rulos, ¿no?. Me encantan", dice sin el menor atisbo de duda en su voz (y así lo hará para nuestras redes).
Se nota que la vida le sonríe. En el plano profesional, está a punto de vivir uno de esos picos de popularidad con los que más de media España te pone otra vez en su radar, gracias a El refugio atómico, una serie de los creadores de La casa de papel que volverá a enganchar a medio mundo, con una trama en la que nada es lo que parece (y hasta ahí podemos leer). Además, el mes que viene estrena la secuela de Al otro lado de la cama, Todos los lados de la cama, donde vuelve a compartir pantalla con María Esteve, Ernesto Alterio y compañía.
Y en el plano personal, la felicidad se le nota en la cara en cuanto habla de los suyos. Lectora empedernida, defensora por encima de todas las cosas de la amistad femenina y amante del deporte, Verbeke es de esas mujeres tan magnética que cuando entra en una sala se convierte en el centro de todas las miradas sin quererlo. Nos reunimos con ella antes del estreno de la serie de Netflix para hablar de ese momento vital que ha conseguido que esté resplandeciente.
"Entrar en el búnker cambia a mi personaje por completo"
- ¿Qué viste en El refugio atómico que te enganchó desde el principio?
- Me convocaron a un casting y al saber que era una serie de Vancouver Media (los creadores de La casa de papel), yo ya tenía una seguridad inmensa en el proyecto. Cuando leí el guion me pareció una idea original, una serie increíble y unos personajes maravillosos. ¿Cómo iba a decir que no?
- Háblame de tu personaje que, sin desvelar nada, es una mujer muy, muy poderosa. Y hasta ahí contamos.
- Es una mujer muy fuerte y muy poderosa, para empezar porque es la única heredera de un imperio cosmético. Le encanta que a su alrededor haya paz, que todo el mundo se sienta a gusto. No suele entrar en conflicto, intenta evitarlo, sobre todo con su madre, que es una mujer muy autoritaria y que siempre ha intentado dirigir su vida. Pero cuando entra en el búnker cambiarán las cosas.
- ¿Hay alguna escena que te costara grabar especialmente?
- Si, hay una en concreto que es heavy. Hay una escena que me encantó porque yo en casa la vi de una manera y cuando llegué a ensayarla me plantearon una visión completamente distinta y fue todo un desafío. Jesús Colmenar consiguió sacar cosas de mí que yo no sabía ni que podía hacer...
