El contouring o contorno es una técnica de maquillaje que modifica las luces y sombras de la cara para conseguir unas facciones más perfiladas. Este truco eleva principalmente las facciones, aunque también reduce la papada, acorta la nariz y estrecha la frente. En los maquillajes de noche es imprescindible este paso porque va a resaltar nuestros puntos de luz hundiendo las zonas más oscuras, dejando una tez rejuvenecida y con efecto buena cara.
Es esencial saber que el countouring no es lo mismo que el bronceador, ya que el primero utiliza unos tonos marrones fríos para hacer sombra, y el segundo es más cálido para aportar color a la piel.
Mónica Martínez, maquilladora de TELVA, comenta que "es fundamental usar dos tonos de corrector, uno para camuflar imperfecciones y otro un tono más claro que nuestra piel para destacar los puntos más luminosos del rostro".