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Mujeres de hoy

Cómo combatir los malestares de la menopausia

En el momento en el que se inicia la menopausia habitualmente aparecen sofocos, irregularidades menstruales, atrasos que se alternan con meses en los cuales se menstrúa, y esto provoca riesgo de embarazo. Cuando los síntomas son más pronunciados, los acaloramientos o los sudores fríos pueden alterar la calidad de vida, llevando a la mujer al insomnio e incluso a la irritabilidad, la ansiedad y el estrés y, por consiguiente se modifica su cotidianeidad.

También, la posibilidad de mantener su sexualidad activa se ve afectada por las oscilaciones de la libido y la falta de lubricación vaginal. Además, la piel pierde su buen estado y se produce la osteopenia u osteoporosis.

Cabe aclarar que, en algunas mujeres, muchas de estas señales desaparecen con el tiempo. Sin embargo, pueden decidir hacerse un tratamiento hormonal para aliviar los síntomas y prevenir la pérdida de calcio en los huesos.

La actualidad nos demuestra que el uso racional de la terapia hormonal en mujeres menopáusicas se indica en el comienzo del climaterio, cuando la mujer tiene irregularidades menstruales que se deben a la caída de la progesterona. Es allí cuando la mujer puede tener alteraciones del sueño y del ánimo, dado que la progesterona induce la somnolencia y es una hormona que favorece los efectos de la serotonina, por esta razón es antidepresiva.

En esta fase inicial, el climaterio, también se comienza el tratamiento con una hormona precursora de las hormonas sexuales, llamada DHEA. Esta hormona se podrá transformar en estrógenos, aliviando los síntomas leves y teniendo la seguridad de que van a ser absolutamente naturales, porque son producidos dentro del organismo.

Si la menopausia ya está instalada (un año sin menstruación) y no se han podido paliar los síntomas con la DHEA, se sugiere el uso de las hormonas llamadas bioidénticas. Estas se recomiendan para aquellas mujeres que tengan síntomas severos, en las dosis adecuadas, previo análisis de sangre.

El DIM, principio activo derivado del brócoli y de los crucíferos en general, acciona sobre el metabolismo normal del estradiol cambiando su estructura y transformando un estradiol más agresivo sobre la mama y el útero, en otro menos dañino. Este cambio es fundamental para que su acción sobre los receptores mamarios y uterinos sea más débil, pero sin que se dejen de aliviar los malestares de la menopausia.

Respecto de esto, es bueno aclarar que el reemplazo hormonal se debe hacer por el menor tiempo posible y con las dosis mínimamente necesarias, especialmente en mujeres que comienzan a tener síntomas. Se sabe que una vez que han pasado 10 años de la menopausia, no conviene iniciar una terapia hormonal dado que los síntomas son mucho menores y el deterioro del cuerpo ya ocurrió, como por ejemplo con la osteoporosis. Cuando las células, tanto de mama y/o útero han envejecido y modificado sus características por la falta de hormonas sexuales, se vuelven más proclives a tener mutaciones y no conviene estimularlas porque aumentaría el riesgo de crecimiento de cáncer en virtud de los cambios celulares ocurridos en ese período.

Por este motivo, la terapia hormonal se debe iniciar cuando los síntomas comiencen a molestarle a la paciente. Cada tratamiento será personalizado según la historia clínica, análisis y requerimientos de cada mujer. Así es que algunas estarán muy bien solo con precursores hormonales, mientras que para otras esto no será suficiente y deberán recibir hormonas sexuales bioidénticas con la concomitante protección mamaria en base a DIM.

MITOS Y VERDADES

* La soja es una alternativa a la terapia hormonal. Falso. La soja no es un reemplazo hormonal. Las isoflavonas de soja tienen principios activos que protegen del cáncer de mama, si se consumen desde la primera menstruación y en altas dosis. Es por esto que en los países orientales es muy baja la incidencia de cáncer de mama. La mejor forma es consumir la soja es en forma de harina, de tofu (queso de soja) y de leche, dado que la población occidental no está adaptada a digerir el poroto de soja.

* Las hormonas bioidénticas son exactamente iguales a las que produce el cuerpo naturalmente. Falso.

Las hormonas bioidénticas son semejantes, pero no idénticas a las que produce nuestro organismo. Son sintetizadas a partir de las isoflavonas que pueden proceder de la soja o de otra planta llamada clavo rojo.

* Si soy propensa a tener trombosis no puedo usar la terapia hormonal. Verdadero. Algunas mujeres no pueden realizarse la terapia hormonal, como por ejemplo las que tienen tromboflebitis. También están contraindicadas para quienes tengan dudas de embarazo, cualquier sangrado vaginal, diagnóstico de cáncer de mama o útero, antecedentes de infartos cardíacos o cerebrales recientes, o enfermedades hepáticas graves con insuficiencia hepática.

* El DIM optimiza la terapia con estrógenos. Verdadero. El DIM es un suplemento nutricional que mejora la terapia con estrógenos en las mujeres menopáusicas, dado que transforma químicamente estos estrógenos haciéndolos menos agresivos para la mama y el útero.

* Las mujeres que tienen cáncer de mama o útero no pueden hacer nada para atenuar los síntomas de la menopausia. Falso. Estas mujeres pueden cuidar el riesgo de osteoporosis por medio del uso de altas dosis de vitamina D, calcio, y vitamina K, tanto con una dieta personalizada y/o suplementación. Actualmente la vitamina K está siendo usada como fijador natural del calcio. También pueden realizar un plan de ejercicios destinados a fortalecer especialmente los huesos de la cadera y la columna, y recurrir a la incorporación de métodos antiestrés.

Dra. María Alejandra Rodríguez Zía

Médica clínica y endocrinóloga (M.N. 70.787)

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