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12 señales que te pueden hacer sospechar de alzhéimer

En las primeras fases, el alzhéimer puede ser una enfermedad difícil de identificar. Las siguientes señales pueden indicarte que es el momento de consultar con un especialista. El tratamiento temprano puede ralentizar su avance.

El alzhéimer es una enfermedad que va deteriorando progresivamente las capacidades cognitivas: la atención, la memoria, la resolución de problemas, la orientación...

Al inicio de la enfermedad, puede ser difícil identificar que existe un problema que requiere atención médica.

Te explicamos algunos signos de alerta pueden ocurrir en las primeras fases del alzhéimer. Por sí solos no tienen por qué significar nada más allá de los cambios inevitables que se producen con el envejecimiento, pero la suma de varios de ellos y la frecuencia con que se producen debe encender nuestras alarmas.

Acudir a un médico especialista es indispensable para establecer un diagnóstico y empezar cuanto antes el tratamiento más apropiado.

1. Repetir las cosas

Volver a decir algo que nos han contado hace poco puede ser una señal de que se está produciendo una pérdida progresiva de la memoria, la característica más conocida del alzhéimer.

En las primeras fases de la enfermedad las personas suelen tener dificultades para recordar lo que acaba de suceder. Sin embargo, no tienen problemas para recordar hechos del pasado lejano o de la infancia.

2. Olvidar palabras comunes

Nos puede pasar a todos que durante una conversación olvidemos algún nombre o alguna palabra. Sin embargo, si pasa con cierta frecuencia puede ser un signo de alzhéimer.

Otras señales son hacer paros frecuentes mientras se habla para recordar palabras o utilizar rodeos para describir lo que quieren decir (por ejemplo, decir "ese objeto para mi boca" en lugar de cepillo de dientes).

En fases más avanzadas, esto puede hacer que seguir y participar en una conversación resulte muy difícil.

3. Estar más retraído

Es frecuente que el entorno observe cambios en el carácter de las personas que están en las primeras fases de la enfermedad.

Las personas que solían ser sociables pueden estar más retraídas o las que solían ser alegres, estar más enfadadas o tristes.

Esto pude deberse a que son conscientes de sus olvidos y su pérdida de capacidades y tratan de ocultarlo a su entorno.

4. Olvidar los pagos de la tarjeta de crédito

No cumplir con los pagos de las tarjetas de crédito o los préstamos podría ser un signo precoz de alzhéimer, según un reciente estudio.

Los investigadores analizaron los datos de más de 81.000 personas y descubrieron que esto puede ocurrir hasta 6 años antes de que se diagnostique la enfermedad. Muchas de las personas que posteriormente desarrollarían la enfermedad tenían créditos de alto riesgo 2 años y medio antes del diagnóstico.

Las decisiones financieras arriesgadas y la susceptibilidad al fraude son otros indicadores tempranos ampliamente reconocidos.

5. Tener dificultades para atarse los cordones

El alzhéimer afecta también a la ejecución motora. Pueden existir dificultades para realizar movimientos precisos y coordinados sin que puedan atribuirse a problemas de movilidad física.

Esto puede afectar a la realización de actos cotidianos como atarse los cordones de los zapatos o abrocharse los botones de la camisa.

En etapas ya más avanzadas, pueden tener problemas para comer, vestirse o asearse.

6. Guardar el mando de la tele en la nevera

Colocar objetos de uso común como las gafas o el mando a distancia en lugares que no les corresponden es un signo típico de las primeras etapas de la enfermedad.

Es frecuente que las personas que sufren esta enfermedad acusen a otras de haberles robado o escondido las cosas.

7. Tropezar con frecuencia

La percepción visual del espacio puede estar alterada en las personas con alzhéimer, por lo que pueden tener dificultades para calcular las distancias o reconocer los entornos. Esto puede hacer que caigan o tengan accidentes.

Por ejemplo, al pasar de una zona alfombrada a una con azulejos, pueden tratar de hacer un paso hacia abajo como si hubiera un escalón.

8. Dificultades para leer

En personas a las que les solía gustar mucho leer, este puede ser un signo de alarma para su entorno.

La capacidad para comprender lo que se está leyendo se irá perdiendo poco a poco, así como la misma habilidad de leer. Además, pueden tener problemas para diferenciar letras que sean parecidas, como la b, la p o la d.

Puede que la persona se enfade consigo misma porque no entiende por qué de repente le pasa esto.

9. Alteraciones del sueño

Es cierto que a medida que nos hacemos mayores nuestros patrones del sueño cambian. Sin embargo, las alteraciones del sueño relacionadas con el alzhéimer son más acusadas y pueden aparecer desde fases muy iniciales de la enfermedad.

En un primer momento puede ser que la persona duerma más de lo habitual y se despierte confundida o desorientada.

Más adelante puede ser que aumente el sueño durante el día, y por la noche se produzcan despertares frecuentes e incluso la persona deambule por la casa.

10. Olvidar una receta

Los primeros pasos de la pérdida progresiva de memoria se pueden manifestar de muchas maneras y una de ella es olvidar los pasos para hacer una receta que tenían muy por la mano y hacían habitualmente.

También pueden olvidar las normas de juegos conocidos como la oca o el parchís.

11. Combinar mal la ropa

El gusto para vestir es algo muy particular, pero si alguien empieza de repente a vestirse de forma poco apropiada o poco habitual podemos sospechar que existe algún problema.

Los problemas para tomar decisiones que genera esta enfermedad pueden hacer que la persona se vista con muchas capas en verano o pocas cuando hace frío.

12. Desorientarse al volver a casa

La desorientación es tal vez uno de los signos más conocidos y evidentes de que podemos estar ante un caso de alzhéimer.

Las personas con esta enfermedad pueden perderse en su propio vecindario, olvidar dónde están y por qué, o no saber cómo volver a casa.

La desorientación puede ser también temporal. Por ejemplo, la persona puede olvidar la fecha o la estación en la que está.

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