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11 alimentos que no debemos guardar en la heladera

¿Guardas el melón en el frigorífico? ¿los tomates? ¿el jamón? Estos alimentos forman parte de la lista de productos a los que no les conviene el frío, ya que a bajas temperaturas no maduran, se ponen duros o pierden sabor. Veamos qué les pasa a estos y otros alimentos cuando los metemos en el refrigerador.

1 / 11 El chocolate

La mayoría de nosotros guardamos, con la mejor intención, el chocolate en el frigorífico. Sin embargo, es un grave error. Cuando el chocolate se somete por mucho tiempo a temperaturas bajas como la del refrigerador, se forma en él una capa blanca que hará que cambie su sabor.

  • Consérvalo a temperatura ambiente y alejado de la luz. Por otro lado, tampoco le van bien las altas temperaturas.

2 / 11 Los tomates

A temperatura ambiente, el tomate sigue completando su proceso de maduración y acumula más compuestos volátiles que potencian su aroma y sabor. En la nevera ocurre justo lo contrario: a pocos grados pierden esas propiedades, según comprobó un estudio al comparar lo que les ocurría a 20º y a 4º

  • Otros ingredientes de las ensaladas, como la lechuga, aguantan bien el frío dentro de los cajones de refrigeración.

3 / 11 El jamón serrano

Al tratarse de embutido, la inercia nos lleva a guardar el jamón serrano en la nevera, junto con el jamón york y la mortadela. Pero es un error, ya que el frío altera su aroma y sabor.

  • Si lo has cortado en lonchas y ha sobrado puedes guardarlo en la nevera cubierto con papel film para que quede casi como envasado al vacío.

4 / 11 El pan

Es uno de los alimentos que más suele guardarse en la nevera. Sin embargo, este alimento sometido a las bajas temperaturas del refrigerador se estropea más rápido y su sabor queda alterado.

  • Lo ideal es que lo dejes en un lugar fresco y seco, o también puedes cortarlo en rebanadas y meterlo en el congelador. Así te aguantará hasta 3 meses.

5 / 11 El ajo y la cebolla

Al someterse a bajas temperaturas, tanto la cebolla como el ajo, se endurecen y pierden sus propiedades. Lo mejor es mantenerlos en un sitio oscuro, fresco y seco, preferiblemente en una bolsa de tela.

  • Si ya están troceados y quieres conservarlos en la nevera, hazlo mejor en un recipiente cerrado.

6 / 11 El melón

Ni el melón ni la sandía son frutas a las que les vaya bien el frío. Una rodaja de cualquiera de estas dos frutas, a punto de congelarse, pierde todo su sabor y también sus propiedades antioxidantes.

  • Como son frutas que nos gusta comerlas frescas, mételas en la nevera un ratito antes de consumirlas.

7 / 11 Los quesos curados

La mayoría de los quesos necesitan frío para conservarse, pero en general se puede decir que no es necesario en el caso de los curados y menos si están enteros. El frío los reseca, agrieta y hace que pierdan propiedades y sabor.

  • Si quieres meterlos en la nevera, elige la parte central, la menos fría, o los cajones de las verduras.

8 / 11 Las bananas

Como todas las frutas tropicales, a las bananas no les conviene el frío. Lo mismo le pasa con el ananá. Los expertos recomiendan conservarlos a temperatura ambiente. Además, si envuelves la punta de la banana con film, se ralentizará el proceso de maduración y se conservará unos días más.

Recuerda que cuando las bananas se ponen negros, solo significa que están maduros y más dulces, no que se hayan estropeado. Su cambio de color se debe a la oxidación del almidón que se transforma en azúcar.

9 / 11 La miel

Gracias a sus componentes mantiene su buen estado al aire libre y se conserva perfectamente para su consumo. Cuando se guarda la miel en el refrigerador, esta tiende a cristalizarse y, a consecuencia, pierde muchas de sus propiedades.

  • Un buen lugar para almacenar la miel es el la despensa. Y, en cualquier caso, fuera del alcance de la luz solar, ya que puede dañarla.

10 / 11 Papas

Según la United States Potato Board, almacenar estos tubérculos por debajo de los 7 grados centígrados convierte el almidón de la papa en azúcar, lo que las hace más dulces y también las decolora.

  • Guárdalas en un lugar fresco y oscuro, dentro de una bolsa de papel o una bolsa de plástico ventilada. Si las almacenas correctamente podrán durar dos o tres meses.

11 / 11 Los huevos

¿Por qué si en el supermercado se amontonan los huevos sin refrigerar, en casa los guardamos en la nevera? La razón es que los huevos no necesitan frío para conservarse, pero los cambios de temperatura no les sientan nada bien. Por eso la nevera es un lugar más seguro que un armario de la cocina, donde posiblemente la temperatura fluctúe mucho más.

  • Si tienes un lugar en la cocina donde estés seguro de que la temperatura será fresca y constante, déjalos ahí sin problema.

EL FRÍO NO LE CONVIENE A TODO

La heladera es, sin duda, uno de los electrodomésticos que más nos cambiaron la vida. Nos permite alargar la vida de los alimentos y mantener en perfecto estado sus condiciones organolépticos (sabor, aroma y textura) y nutricionales.

Sin embargo, no todos los alimentos necesitan el frío para su conservación óptima. De hecho, existen alimentos que pueden acelerar su proceso de descomposición o perder su sabor original si los ponemos en la heladera.

  • En la galería que acabas de ver hemos recogido algunos de los alimentos que muchas veces guardamos en la heladera y que, sin embargo, no deberíamos hacerlo.

CÓMO ORGANIZAR LA HELADERA

Colocar cada cosa en sitio siempre es útil, pero en el caso de los alimentos en la heladera, todavía lo es más, ya que permite que cada alimento reciba el frío que le corresponde para su correcta conservación de modo que durarán más tiempo en buenas condiciones.

Aquí tienes una pautas básicas de dónde debe ir cada alimento:

  • En la parte de abajo: Los alimentos que necesitan mayor refrigeración como carnes y pescados. Justo la que está encima del cajón de las verduras, ya que es la zona más fría de la heladera.
  • Estantes medios o superiores: lácteos, embutidos, sobras o cualquier producto que requiera conservación en frío una vez abierto.
  • En la puerta. Esta es la zona menos fría y por tanto el lugar ideal para productos como mantequillas o mermeladas.

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