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Se recibió de magíster en antropología con una tesis sobre los seguidores de cumbia

El trabajo de investigación fue destacado como “un enorme aporte” al estudio de la producción social de la ciudad de Corrientes. El autor analizó las formas de organización de los barrios y la estigmatización de la cumbia y las motos.

El colectivo de hábitat Turba felicitó ayer a uno de sus integrantes, Ezequiel Ledesma, por recibirse de magíster en Antropología Social en la Universidad Nacional de Misiones, a partir de la tesis“Barrio, joda y desmanes. Las prácticas de los seguidores de cumbia en la ciudad de Corrientes (Argentina)”.

“Se trata de un enorme aporte a quienes investigamos la producción social de la ciudad, haciéndolo desde una mirada crítica, irreverente y necesaria, en clave local”, señaló el colectivo de profesionales.

Ledesma salió a las seguidillas, hizo entrevistas y analizó los discursos mediáticos y de funcionarios públicos. A los seguidores les mostró un mapa de la ciudad de Corrientes, para identificar sus movimientos y “marcas de registro” y así estudiar los discursos de entrada y salida a los barrios, con sus formas como pequeñas unidades que dividen el territorio. También analizó a la periferia de Corrientes como escenario principal de las caravanas de motociclistas.

“Lo que muestra esta tesis es que el conflicto, lejos de aparecer en la calle como algo patológico e irregular, es constitutivo de ella. Muchos autores siguen defendiendo a la calle como espacio de cortesía, amabilidad e igualdad, cuando nuestra experiencia cotidiana no es así”, explicó el investigador en diálogo con El Litoral.

Inicialmente, el trabajo de Ledesma (arquitecto por la Universidad Nacional del Nordeste) consistió en describir a los seguidores, lo que pasa en las seguidillas, analizar qué piensan los ciudadanos y sus valoraciones.

La tesis fue dirigida por la doctora en Antropología Cultural, Brígida Renoldi, desde un enfoque etnográfico, para analizar un tema particular a partir de las personas que viven esa situación, de sus propias experiencias y opiniones (incluidos los discursos de los medios de comunicación). Luego contrastaron esas perspectivas con teorías del campo de investigación.

El conflicto

“No se puede esquivar que son un conflicto. Los seguidores aparecen como algo relevante como foco que aglutina conflictos de tránsito, las situaciones de descontrol y ruidos molestos de las concentraciones masivas en medio de la noche.En los once años que estudio aparecen un par de muertos”, dijo Ledesma a este diario. Sus investigaciones abarcan desde 2008 a 2019, con el apoyo del programa de becas doctorales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

Entre las tantas repercusiones de los conflictos, Ledesma destacó la muerte de Cuquito en 2009, un seguidor de 16 años que falleció afuera de una bailanta y en medio de una balacera entre policías y seguidores. “Ahí pasa algo particular: antes de la muerte de Cuquito eran las mismas bandas que informaban el lugar de presentación; después, las bandas tratan de despegarse de sus seguidores y dejan de pasarles los datos. La información igual se filtra por quienes contratan a los músicos”, detalló el arquitecto y ahora magíster en antropología.

“Los datos (del lugar de presentación) se vuelven un capital valioso, no cualquiera te lo da y no es fácil de conseguir. Otros de los capitales valiosos es tener en qué salir, y mejor si es una moto”, agregó.

Las malas características viales de los barrios capitalinos hacen que sean indispensable las motocicletas para adecuarse a los caminos. A esto se le agrega el bajo costo de adquisición y mantenimiento de los móviles.

Estudiaron también la organización espontánea de los encuentros, ya que las aproximaciones de los seguidores a los barrios que conforman la gira nocturna se dieron por oído, o al ver las motos que van y vienen del lugar asignado para la fiesta.

La joda y el monstruo

“¿Qué siguen los seguidores?”, se preguntó el arquitecto. “Son seguidores de joda, siguen un estado festivo que la banda de música produce a su alrededor. Es un estado nómade”, responde.

Al estudiar los discursos en torno a estas prácticas, el investigador se encontró con las descripciones de un monstruo que rondaba por la ciudad. “Las críticas que hacían los correntinos apuntaban a sobrecargar y exagerar los rasgos de los seguidores. Las críticas dejan más en evidencia los marcos desde los cuales se los cuestiona: las motos, los barrios, la cumbia como aspectos negativos”, concluye Ledesma.

Además, deja el camino abierto para próximos estudios sobre las condiciones laborales de las bandas de música, por sus características adquiridas en el horario nocturno.

Atracción por el tornado

La tesis de Ledesma busca tratar la producción de conflicto en el espacio público de Corrientes, que abarca las formas en que la gente se vincula en las calles.

“Tenía una atracción personal por el fenómeno”, confesó a El Litoral.

Las seguidillas que pasaron frente a su casa fueron sorprendentes para el adolescente de los 2000 en Corrientes, “como el paso de un tornado por la calle que termina inmediatamente”. También le llamó la atención cómo las seguidillas funcionan ante el intento de control estatal.

Otra de las preguntas que estructuran la tesis es cómo funcionan estas organizaciones urbanas a pesar de que son percibidas por la prensa como conflictivas desde 2006.

Es decir, en torno a los seguidores pudo tratar temas centrales del urbanismo correntino, como las relaciones entre el centro y la periferia, la importancia del barrio y la estigmatización de los jóvenes, sus motocicletas y la cumbia, provenientes de los ámbitos comúnmente llamados populares.

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