En los barrios y en el centro de la ciudad se notó en los últimos meses un fuerte aumento de la actividad en las puertas de las viviendas. Verdulerías, venta de comidas y de indumentaria son las actividades que aumentaron su presencia en las veredas de la ciudad. Sobre el tema, se dialogó con referentes del área de comercio y ambiente de la Comuna, quienes explicaron que mientras los controles son realizados por el área de ambiente, la Dirección de Comercio es la que busca dar facilidades para que quienes se inician en la actividad puedan regularizar su situación.
Se los ve por toda la ciudad, en los barrios la presencia crece, sobre todo durante los fines de semana, cuando además se suman los puestos de comida al paso.
“Los puestos de pollo asado fueron los que más crecieron en los últimos años, ahora notamos -además- que se ha sumado la venta de verduras y también de gente que coloca percheros en las veredas. Sabemos que son tiempos difíciles, es por eso que en las recorridas de control no se están haciendo clausuras inmediatas, se toma contacto con la familia y se le explican los pasos que deben seguir para regularizar su situación”, explicó un vocero de la Subsecretaria de Ambiente.
En tanto, destacaron que los que más preocupación generan son aquellos que se dedican a la venta de comida tipo delivery. “El rubro de alimentos es el que más creció este último tiempo, y es importante que todos cuenten con la habilitación, debido a las condiciones de bromatología e higiene que deben tener”, resaltó.
Asimismo, las fuentes consultadas indicaron que muchas veces es difícil la detección, ya que la venta se realiza por vía online.
Lo cierto es que ante la crisis y la baja de la actividad comercial formal, muchas son las personas que decidieron montar pequeños emprendimientos familiares.
MERCADOS MUNICIPALES
Los mercados municipales se han abastecido siempre de un circuito que incluía las ventas al por mayor en los grandes centros de comercialización en Buenos Aires, o bien de manera directa a las fábricas. El mecanismo permitía realizar compras y abastecerse de una importante cantidad de productos que luego llegan a los puestos a costos accesibles.
Este medio tomó contacto con representantes de distintos mercados, para conocer cuál es su realidad en medio de una cuarentena que cerró fábricas y negocios mayoristas en Buenos Aires.
“El mecanismo de abastecimiento de los mercados en general era el mismo, cada puestero se encargaba de realizar sus compras algunos iban en los colectivos que salían de Corrientes a la Salada, otros lo hacían en Paraguay, todo dependía del rubro y -sobre todo- de los precios, siempre nos movimos así, porque nuestra marca diferencial es tener buenos productos a los mejores precios”, explicó Juan, uno de los vendedores consultados.
Pero luego de que hace más de dos meses los mercados lograran poder abrir sus puertas, el problema se agrava por no poder acceder a los productos a los precios que los conseguían antes.
“Vendimos lo que teníamos del año pasado, cuando debíamos reponer aparecieron los problemas, todo estaba cerrado, las fábricas que tenían stock lo vendía muy caro y no teníamos dinero para reponer mercadería”, resumió Celia, desde el mercado de la zona norte, al cual -tras el incendio en 2018- este año habían logrado mudarse e intentaban recuperarse.
Actualmente la realidad es que las compras las deben hacer en los comercios mayoristas locales, lo que les significa una ganancia menor a la que obtenían antes con la compra directa, y eso -a su vez- se traduce en el precio.
“No podemos subir mucho los precios, porque no vamos a poder vender nada, así que lo que sucede es que la ganancia que nos queda es muy baja. Por ejemplo, si antes a un jean le podíamos sacar el 30%, hoy solo le llegamos a sacar el 10%, la situación es muy compleja”, aseguró Antonio, vendedor del mercado del puerto.