Agentes de policía detienen aleatoriamente vehículos esta mañana en Bad Bentheim, en la frontera entre Países Bajos y Alemania . Para evitar colas, derivan al arcén a vehículos seleccionados aparentemente al azar y piden la documentación al conductor y los ocupantes, para comprobar los datos con las bases policiales y los servicios de extranjería. Sólo en algunos casos, se revisa también el maletero o la carga. La «política migratoria más restrictiva de la historia», anunciada tras la formación del nuevo gobierno de los Países Bajos, comienza así a cobrar forma. A pesar de que los controles fronterizos están limitados a situaciones excepcionales en el territorio Schengen, han regresado oficialmente a las fronteras holandesas con Alemania y Bélgica «con el objetivo de frenar la inmigración indocumentada y la trata de personas», según ha anunciado la ministra de Asilo y Migración, Marjolein Faber. En una carta dirigida a la Cámara de Representantes, Faber ha informado que los controles serán flexibles, es decir, sin el establecimiento de puestos de control permanentes ni puntos de cruce designados «a menos de que sea absolutamente necesario«. La ministra ha enfatizado además la necesidad de minimizar interrupciones del tráfico para los viajeros y el comercio. Noticia Relacionada estandar Si Los países vecinos de Alemania se oponen a su rechazo de inmigrantes en la frontera Rosalía Sánchez Fracasa el pacto de Estado migratorio entre el Gobierno germano y la oposiciónLa policía militar Royal Marechaussee es la encargada de la tarea. De conformidad con los reglamentos y acuerdos europeos existentes con los países vecinos, los individuos que no cumplan los requisitos de entrada o residencia en Países Bajos serán trasladados en consecuencia. «La guardia de fronteras podrá solicitar documentos a toda persona que cruce la frontera y negar la entrada a quienes no tengan documentos que les permitan visitar o vivir en los Países Bajos», informa esta mañana NRC, que habla de la medida como de una señal fundamentalmente disuasoria.Los representantes empresariales y los funcionarios de los gobiernos locales de las regiones fronterizas no creen plenamente en las garantías de normalidad ofrecidas por la ministra. Una decisión similar tomada anteriormente por las autoridades alemanas ha causado un aumento de costes contante y sonante para las empresas, según las patronales VNO-NCW y MKB-Nederland, en una declaración conjunta. La asociación de municipios holandeses también ha expresado sus dudas sobre la eficacia de las inspecciones previstas. El nuevo gobierno holandés, una coalición de derechas, ignora por el momento estas señales.Programa más amplioLa medida se inscribe en un programa más amplio, implementado bajo el liderazgo del primer ministro de extrema derecha Dick Schoof y con el objetivo de limitar la población de los Países Bajos a 20 millones para el año 2050. En una reunión con el parlamento, la ministra Faber y su colega de Asuntos Sociales . Eddy van Hijum . confirmaron el apoyo del gabinete a un techo demográfico, según las recomendaciones de la comisión de desarrollo demográfico del gobierno, que anteriormente había propuesto limitar el crecimiento de la población para garantizar la estabilidad económica y la sostenibilidad de los servicios públicos. Para alcanzar estos objetivos, el Gobierno neerlandés planea adoptar límites estrictos a los permisos de asilo, con un tiempo máximo de tres años, y severas restricciones a la reunificación familiar para los solicitantes de asilo que obtengan residencia. Además, la migración relacionada con el trabajo y la educación estará sujeta a un escrutinio más riguroso bajo un enfoque «selectivo y dirigido.» Según asesores del propio gobierno, los Países Bajos necesitarían tres millones de inmigrantes adicionales para 2040 para abordar las brechas en el mercado laboral y mantener los ingresos fiscales esenciales para apoyar a su población envejecida. En Alemania no funcionaSin embargo, el gabinete desestimó este escenario como poco realista, instando en su lugar a los residentes actuales a trabajar más horas y jubilarse más tarde para compensar el declive demográfico, para frenar la sobrepoblación y proteger los servicios públicos. La oposición sostiene que estas políticas presionarán a las industrias que dependen de mano de obra extranjera y perjudicarán la reputación del país en cuanto a inclusividad. Este enfoque del gobierno también ha sido comparado con propuestas similares en Suiza, donde el Partido Popular Suizo busca limitar la población a 10 millones para 2050. Estos movimientos reflejan una tendencia más amplia entre las naciones europeas que enfrentan desafíos migratorios y cambios demográficos.La Policía Federal alemana , que desde hace ya dos meses y medio controla las entradas en Hannover, en la frontera con los Países Bajos, ha registrado hasta ahora «cientos de entradas ilegales en Baja Sajonia desde que comenzaron a mediados de septiembre«, confirma un portavoz policial. El estado federado de Renania del Norte-Westfalia tiene pasos fronterizos por autopista con los Países Bajos en cinco puntos en los que las autoridades holandesas distribuirán los controles: la A3 (NL A12) a la altura de Emmerich-Elten; la A4 (NL A76) en Aquisgrán-Vetschau, cruce que conecta la A4 alemana con la A76 holandesa; las A40 (NL A67) en Straelen-Venlo, donde la A40 alemana se encuentra con la A67 holandesa; la A52 (NL A61) en Niederkrüchten-Roermond, que conecta con la A52 alemana; y la A61 (NL A74) en Nettetal-Venlo. Los controles también se llevarán a cabo en los aeropuertos holandeses, pero solo para ciertos vuelos »donde existe un riesgo de migración irregular o delincuencia transfronteriza«, según Faber.