
Un conmovido papa Francisco llegó esta tarde al hospital pediátrico Federico Gómez de Ciudad de México, donde dió un mensaje a los niños internados y sus padres.
El Papa conversó con todos los niños que lo esperaban en salones del centro asistencial, los acarició, beso y abrazó, escuchó sus inquietudes y les habló del amor de Dios y de la Virgen de Guadalupe. Acompañado de la primera dama, Angélica Rivera, se reunió con padres de pacientes, suministró su medicamento a un niño y escuchó cantar a una paciente de cáncer.
El Santo Padre llegó al centro después de un breve recorrido en papamóvil en el que pasó por el Ángel de la Independencia, el monumento que simboliza la soberanía nacional, destacó AP.
Allí, en el centro de la glorieta, un grupo de monjas lo estaban esperando coreando consignas como "ésta tierra es tuya, esta tierra es tuya, esta tierra es tuya y queremos paz" y rezando con espíritu festivo.
Solo unos cientos de personas se dieron cita en este emblemático lugar y por eso las religiosas pudieron correr sin problemas de un lado al otro de la glorieta para verlo una vez más
En el otro lado de las vallas, un grupo de jóvenes misioneros del estado de Durango, la zona conocida como el "Triángulo Dorado" y que es una de las mayores productoras de droga, le cantaron la canción Cielito Lindo al verlo pasar.
José Cruz Morón Alba, líder del grupo y que trabaja en esas sierras plagadas de narcotraficantes, dijo que lo que más le había gustado de la visita había sido la condena de Francisco a los "traficantes de muerte", un mensaje que "nos ayuda a todos" y especialmente a los jóvenes.
"Es un excelente mensaje... ya que el narcotráfico se inicia en las familias, por la falta de valores y la falta de preparación en ellos", agregó.
A su paso por el seminario donde tuvo una comida privada el domingo, el Pontífice dejó una dedicatoria escrita a los futuros sacerdotes en la que los instó a no ser "clérigos de Estado".
"Que todos los que, en esta casa se preparan al presbiteriado, tengan presente siempre a Jesucristo, el Señor y a su Madre Santísima. Que Ellos los preparen para ser pastores del pueblo fiel a Dios y no `clérigos de Estado'. Francisco", escribió.
Una foto de la dedicatoria fue tuiteada por el padre Antonio Spadaro, un religioso muy cercano al pontífice.