
La zona se encuentra en alerta máxima desde el viernes último, cuando las autoridades advirtieron del peligro de erupción y comenzó el aumento de pequeños sismos, que suman más de 800 en los últimos cuatro días, reportó la agencia de noticias Efe.
La Agencia Nacional de Gestión de Desastres indonesia estima que cerca de 80.000 residentes viven dentro de la zona de seguridad establecida en un radio de hasta 12 kilómetros alrededor del cráter en el distrito Karangasem, en el este de la isla y a unos 45 kilómetros de la capital provincial, Denpasar.
Asustados por los pequeños temblores que indican el movimiento del magma dentro del volcán o evacuados por las autoridades, los desplazados no paran de llegar a los refugios.