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Internacionales

India y Pakistán: dos hermanos que juegan con la guerra nuclear

El poema épico Mahabharata, el primero de los textos que compone el clásico hindú Bhagavad Gita, narra la historia de dos clanes hermanos, los Kauravas y los Pándavas, cuya familiaridad da paso a profundas diferencias que desembocan en una cruenta batalla. Devuelven vigencia al mito las hostilidades entre India y Pakistán , otrora parte de una misma nación, hoy archienemigos dotados de armas nucleares al filo de una –otra– guerra abierta.Tras siglos de refriegas entre religiones, la expresión contemporánea de este conflicto enraíza, como tantos otros, con el colonialismo. Desde su formación a mediados del siglo XIX, el Raj británico enfatizó de manera deliberada las diferencias identitarias entre los pueblos que amalgamaba para así fortalecer su dominio. Ejemplo de ello fue la división en 1905 –luego revertida– de Bengala en dos provincias, de sendas mayorías musulmana e hindú.Esta maniobra prefiguró la aparición de dos grandes movimientos políticos con visiones opuestas . Por un lado, el Congreso Nacional Indio de Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru , que lideró la lucha por la independencia para una India secular y unida. La Liga Musulmana de Muhammad Ali Jinnah , por contra, surgió para salvaguardar los derechos de los musulmanes indios. Esta formación apoyó en un primer momento las pretensiones de autogobierno, aunque reclamando garantías específicas para que la minoría islámica no quedara desprotegida.Noticia Relacionada estandar Si Pakistán, militarizado por China, y la India reduciendo su dependencia de Rusia: el juego de alianzas en Cachemira Manuel TrilloEn 1940, sin embargo, su postura viró de manera definitiva mediante la Resolución de Lahore. La Liga proclamó entonces que solo aceptaría un nuevo orden constitucional si este agrupaba las zonas musulmanas del noroeste y noreste en Estados independientes –a la postre Pakistán y Bangladés–. Por eso, cuando en 1942 el Congreso lanzó el movimiento «Quit India» exigiendo la independencia inmediata la Liga se opuso, una fractura que la represión británica contra los rebeldes ahondó.En 1946 la violencia entre comunidades alcanzó niveles extremos, en particular a partir de la convocatoria por parte de Jinnah del \'Día de Acción Directa\', unas protestas pretendidamente pacíficas vueltas violentas que desataron una oleada de violencia étnica conocida como la \'Gran Matanza de Calcuta\' que dejó unos 4.000 muertos en la ciudad. Los disturbios se extendieron y consolidaron la necesidad aparente de una partición, dado que las autoridades parecían incapaces de garantizar la seguridad de sus minorías. Así fue. El virrey Lord Louis Mountbatten constató que las discrepancias entre el Congreso y la Liga eran irreconciliables y que la demora solo aumentaba el riesgo de guerra civil, por lo que el 3 de junio de 1947 anunció el Plan de Partición. El 14 de agosto Pakistán declaró la independencia. Un día más tarde –dado que Lord Mountbatten debía estar presente en ambas ceremonias y por tanto estas no podían ser simultáneas–, lo hizo India.Diferencias irreconciliablesA partir de un sustrato común, la separación dispuso condiciones asimétricas que el tiempo y la dirección política han incrementado. India tiene cuatro veces la superficie de Pakistán, seis la población, diez la economía y el gasto militar. Esta se constituyó en 1950 como una república democrática con un sistema parlamentario federal, y desde entonces ha mantenido elecciones regulares y alternancia en el poder. Pakistán, por contra, ha sufrido desde 1947 cuatro golpes de Estado y casi tres décadas de gobiernos militares. El recelo mutuo ha condicionado su desarrollo. Ambos países libraron guerras abiertas en 1947 y 1965 por Cachemira, enclave que ambos reclaman en su totalidad y controlan en parte, y en 1971 por Bangladés. En 1972, motivada por estos conflictos y la guerra con China de 1962, India realizó su primer ensayo nuclear. No fue hasta el segundo intento, entre el 11 y el 13 de mayo de 1998, cuando se autoproclamó como país poseedor de armas nucleares. Apenas dos semanas después, Pakistán realizó su primer ensayo –con la ayuda tan secreta como esencial de China–.A lo largo de los últimos cinco años, China ha suministrado el 81% de las armas que Pakistán ha importadoEsta intervención clave del régimen comunista refleja también las diferentes posiciones de India y Pakistán en la red de alianzas que conforma la comunidad internacional. India lideró durante la Guerra Fría el Movimiento de Países no Alineados, pero en las últimas décadas ha alcanzado un envidiable equilibrio diplomático que combina sin problema la amistad con Estados Unidos y con Rusia, incluso después de la invasión de Ucrania. El propio Pakistán representó un socio tradicional de EE.UU., especialmente durante el enfrentamiento con la Unión Soviética, pero se han ido distanciando en favor de la «amistad blindada» que comparte con China, que recurre a Pakistán para controlar a India, el único país que puede discutir sus ambiciones hegemónicas en el continente. Tanto es así que, a lo largo de los últimos cinco años, China ha suministrado el 81% de las armas que Pakistán ha importado, según cifras del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo. La crisis en ciernes en India y Pakistán, por tanto, podría estar ofreciendo al mundo un experimento en tiempo real para comprobar el desempeño de la tecnología militar china frente a sistemas occidentales.La narración del Mahabharata alcanza su clímax con la guerra de Kurukshetra, una brutal pelea entre los clanes hermanos en forma de aniquilación total, que deja doce supervivientes entre cuatro millones de combatientes. Hoy, la esperanza pasa porque India y Pakistán encuentren el modo de dejar el mito en su lugar: en la literatura, no en la realidad.

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