Las fuerzas armadas iraquíes respaldadas por Estados Unidos lograron el control del último bastión de la ciudad de Mosul en poder de los terroristas.
La caída de la ciudad marcó el final del "califato" que hace casi tres años ISIS formó en ese territorio y partes de Siria. Mosul junto con Al-Raqqa en Siria fueron las capitales del grupo terrorista.
Los combatientes avanzaron por el centro de la ciudad vieja y tres distritos adyacentes a lo largo de la orilla occidental del río Tigris enfrentandose con los últimos miembros de la resistencia.
Según el comandante de las Fuerzas de Irak, general Abdel Ghani al-Asadi, la operación tiene como fin limpiar de terroristas la región occidental de la ciudad que aún permanecía bajo el control de los yihadistas. Según los mandos militares, el Estado Islámico se encuentra rodeado por las Fuerzas Armadas iraquíes en la parte histórica.
