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Fracasa en Austria la coalición para evitar un gobierno de la extrema derecha

Después de tres meses de negociaciones, el partido liberal Neos ha abandonado la mesa y han quedado definitivamente rotas las negociaciones para formar gobierno en Austria, entre los partidos que pretendían formar un tripartito que evitase la llegada al Gobierno de la extrema derecha del FPÖ, el ganador de las elecciones del pasado 29 de septiembre. Cuando el presidente de Austria, el verde Alexander van der Bellen , entregó el mandato de formación de gobierno al conservador Karl Nehammer , en lugar de al candidato más votado, Herbert Kickl , comenzó a fraguarse una alianza a tres bandas que había ido superando, paso a paso, todas las etapas de la negociación, hasta llegar a los presupuestos. El jueves estuvieron reunidos los representantes conservadores del ÖVP, socialdemócratas del SPÖ y Neos hasta las once de la noche, un horario absolutamente inusual en Viena, en un lugar secreto y con asistencia de los máximos líderes de los tres partidos. Las negociaciones se estaban llevando a cabo «a muy alta presión», según fuentes con acceso al contenido, tratando de cuadrar el círculo de las demandas de cada uno de los tres partidos para los próximos dos años con las normas presupuestarias de la UE, que limitan el déficit público. El objetivo se había reducido ya a financiar los denominados «proyectos faro», que permitirían a Nehammer vender la imagen de su nuevo gobierno.Noticia Relacionada Inmigración ilegal estandar No Von der Leyen propone «simplificar y agilizar» las deportaciones y el Gobierno de Sánchez se opone Lo siguiente que supimos fue que los representantes de Neos se habían retirado de las negociaciones y con ellos se iba la esperanza de que se materializase un cordón sanitario lo suficientemente fuerte como para placar el desembarco de Kickl en la Ballhausplatz . El FPÖ se apresuró a exigir la dimisión del canciller en funciones y líder del ÖVP, Nehammer. «Durante meses, he estado advirtiendo contra esta monstruosidad política del semáforo de los perdedores según el modelo alemán«, escribía Kickl en Facebook. La salida de los Neos »ha hecho rebosar finalmente el barril« y «Nehammer había sido destituido de su cargo por el pueblo y está causando más daño cada hora que continúa en el cargo».«Se ha hecho evidente, especialmente en los últimos días, que a pesar de muchos impulsos de los liberales, no surgía la voluntad de reformas que se necesita con urgencia», justificaba la jefa de Neos, Beate Meinl-Reisinger . Una coalición de tres partidos de este tipo habría sido una novedad en Austria. El ÖVP y el SPÖ tienen mayoría en el parlamento, pero sólo un voto, lo que desde el principio fue descrito por Nehammer como una mayoría demasiado precaria para evitar el gobierno del partido más votado. Por eso había intentado sumar a neos a la llamada «coalición de dulces», por los colores turquesa (ÖVP), rojo (SPÖ) y rosa (Neos), que recuerdan en conjunto al envoltorio de los caramelos. El quid de las negociaciones terminó siendo la planificación de un nuevo presupuesto. Austria se encuentra en plena crisis económica y requiere medidas de impulso difíciles de financiar al mismo tiempo tiene que tomar estrictas medidas de austeridad para cumplir con los criterios de estabilidad financiera de la UE. Los socialdemócratas se negaban a permitir recortes en las pensiones y aceptaban a cambio un procedimiento de déficit de la UE. El socio más pequeño no quiso apoyar esto, sobre todo después de contemplar el resultado de la fallida coalición semáforo de Olaf Scholz en Alemania y sus consecuencias económicas. «¡Así no! ¡No con nosotros!», habría dicho Meinl-Reisinger antes de levantarse de la mesa. «ÖVP y SPÖ no han entendido en absoluto el estado de ánimo que reina en el país y que llevó al FPÖ a ser el partido más votado», explican fuentes liberales, «la consigna de no seguir como hasta ahora, con las mismas componendas políticas, con la que habían empezado estas negociaciones, estaba a punto de quedar en una frase vacía».Nehammer no ha logrado arbitrar los intereses de tres partidos de programa electoral muy diferente. «El comportamiento de partes del SPÖ ha llevado a la situación actual. Mientras que partes de los socialdemócratas han contribuido de manera constructiva, en los últimos días las fuerzas retrógradas del SPÖ han tomado el poder», ha denunciado el secretario general del ÖVP, Christian Stocker .Lo que sucederá a continuación no está claro todavía. El ÖVP y el SPÖ podrían confiar en su mayoría de un solo voto u optar por nuevas elecciones, en las que los populistas de derecha podrían esperar una victoria brillante. Las últimas encuestas señalan otro gran aumento de votos en comparación con las elecciones de septiembre y el FPÖ podría llegar a obtener ahora hasta el 40% de los votos.El SPÖ, por su parte, critica duramente a los Neos. «Las negociaciones del gobierno les vienen demasiado grandes», declaró el director general federal, Klaus Seltenheim , «si depende de ellos, la gran mayoría de los austriacos, todas las personas que van a trabajar todos los días o que han trabajado duro toda su vida, deberían pagar la factura de la política clientelar y el fracaso de los dos últimos gobiernos». «Está claro que todas las partes tenían que moverse, pero lo Neos «no se han movido ni un milímetro», reprochó Seltenheim.

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