Khalil El Zein pertenece a una de las familias árabes más conocidas de Alemania y estuvo involucrado en el robo a los almacenes de lujo KaDeWe el 20 de octubre de 2014, cuando cinco hombres enmascarados irrumpieron con hachas y machetes en su interior y se llevaron joyas por valor de 800.000 euros. Fue detenido y puesto bajo custodia en marzo de 2015 y de nuevo arrestado en 2019 como sospechoso de haber robado dinero y joyas por valor de decenas de miles de euros junto con otros dos cómplices, un juicio que terminó con pena de cárcel. La policía cataloga a El Zein, de 35 años, como «delincuente extranjero múltiple e intensivo», condenado por extorsión, robo y lesiones corporales graves. En el Registro Central Federal están inscritas a su nombre diez condenas penales. Finalmente, le fue retirado su estatus de refugiado y fue deportado al Líbano el pasado 15 de marzo. De ahí el asombro de los funcionarios de Inmigración cuando, el pasado mes de octubre, volvió a presentarse en el centro de llegada de refugiados de Tegel , instalado en el antiguo aeropuerto de la capital alemana, y presentó formalmente una solicitud de asilo ante la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF). Inmediatamente después de una audiencia preliminar, fue arrestado y puesto bajo custodia bajo la peculiar etiqueta de «detención preparatoria suplementaria». La legislación alemana, que todavía sigue mejorando y actualizando la normativa de deportaciones para que sea realmente efectiva, carece de norma o protocolo para una situación como esta, así que Khalil El Zein fue liberado después de que el tribunal que vio su caso anotase que, de acuerdo a la ley, ya no es necesaria su detención en base al riesgo de que escape de la deportación, dado que ya había sido deportado. También el Senado de Berlín reconoció que «la deportación previa no impide, en principio, la posibilidad de pedir asilo».Noticia Relacionada estandar Si Alemania celebrará elecciones anticipadas el 23 de febrero tras el colapso del Gobierno Rosalía Sánchez | corresponsal en berlín La fecha ha sido decidida en acuerdo con el principal partido de oposición, los conservadores de la CDU/CSUEste no es un caso aislado. Hay expedientes de refugiados que han sido deportados hasta siete veces y que otras tantas han regresado a Alemania para presentar una nueva solicitud. Un diputado de Alternativa para Alemania (AfD), Matthias Helferich , ha pedido más detalles sobre las dimensiones de este fenómeno y ha preguntado al Ministerio de Interior por vía parlamentaria cuántas personas han vuelto a entrar en Alemania a pesar de la deportación y consiguiente prohibición de entrada existente. Interior, en su respuesta, ha cifrado en 4.614 los casos de este tipo, de acuerdo a los datos del Registro Central de Extranjeros (AZR), correspondientes a los primeros nueve meses de este año. Durante el mismo período, 14.718 refugiados fueron deportados, lo que arroja un porcentaje del 31%. En 2023, 17.709 refugiados fueron deportados de Alemania y 4.122 de ellos volvieron después a entrar en el país.Entre los deportados que regresan a Alemania, destaca la cifra de personas procedentes de Afganistán (443). En segundo lugar se sitúan los deportados a la República de Moldavia, (431), seguidos de Siria (385). Después figuran Serbia (304) Macedonia del Norte (277), Argelia (266), Turquía (255), Georgia (221), Albania (220) y Bosnia Herzegovina (173).«La probabilidad de que las personas reincidan en la comisión de delitos cuando regresan al país es muy alta», dice el presidente del sindicato de policía alemán, Rainer Wendt , «en realidad, la persona tendría que cometer un delito tan pronto como reingrese al país y, por lo tanto, ser encarcelado. De lo contrario, el proceso de solicitud de asilo vuelve a comenzar desde el principio». Uno de los problemas con los que se encuentra la policía a la hora de poner coto a la reincidencia es que, las prohibiciones de entrada y residencia se eliminan del registro central de extranjeros después de un período de bloqueo que suele ser de cinco años. Esto significa que las autoridades no siempre pueden entender si un refugiado es un repatriado o solicita por primera vez asilo en Alemania. La respuesta del Ministerio de Interior reconoce que la información que proporciona «sólo es válida hasta cierto punto».En el caso de Kalil El Zein, gracias a que ha sido detectado a tiempo, ha sido rechazada su solicitud de asilo por ser «infundada» y los juzgados han ordenado que sea de nuevo deportado al Líbano. Sus abogados han apelado esta decisión del tribunal administrativo. Hay otros casos en los que los tribunales aceptan estudiar al menos la nueva solicitud, como el de una mujer siria de 20 años deportada a Bulgaria, a la que se ha permitido volver a Ratisbona para un juicio en el que alega que ha tenido que vivir en la calle desde su deportación.