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Internacionales

China promete 46.000 millones de euros para modernizar y ganar influencia en África

En su mayor evento diplomático después de la pandemia del Covid que paró el mundo y cerró China durante dos años, el presidente Xi Jinping ha inaugurado este jueves el IX Foro de Cooperación China-África (Focac) , que congrega en Pekín a 51 jefes de Estado y de Gobierno de ese continente, dos representantes presidenciales, al máximo responsable de la Unión Africana y al secretario general de la ONU .Como suele ser habitual en este cónclave, que fue fundado en el año 2000 y se celebra cada tres años, China ha prometido una lluvia de millones a sus socios africanos , aliados cruciales del mundo en desarrollo, o Sur Global , que quiere liderar para hacer frente a la hegemonía de Occidente .En esta ocasión, Xi Jinping se ha comprometido a destinarles durante los tres próximos años 360.000 millones de yuanes (50.600 millones de dólares / 46.000 millones de euros) para financiar un plan de diez puntos que ayude a la modernización de África. Para ello, el régimen de Pekín tiene previstas 30 obras de interconectividad y 1.000 «pequeños hermosos proyectos» , como los llama Xi Jinping, dentro de sus \'Nuevas Rutas de la Seda\' (\'Una Franja, Una Ruta\' según la terminología de la propaganda oficial). De ellos, 210.000 millones de yuanes (29.600 millones de dólares / 26.700 millones de euros) serán para préstamos y 80.000 millones de yuanes (11.270 millones de dólares / 10.170 millones de euros) para ayudas al desarrollo.Noticia Relacionada estandar No Rusia y China avanzan en África y la OTAN baraja misiones de entrenamiento en el Sahel: «Una invasión rápida y silenciosa» Alexia Columba Jerez Este movimiento de la Alianza Atlántica es prioritario cuando se dan numerosos indicios de inestabilidad en un zona que es fundamental para la seguridad globalAdemás de anunciar 20 proyectos de digitalización, Xi Jinping animó a las empresas chinas a invertir en África al menos 70.000 millones de yuanes (9.860 millones de dólares / 8.900 millones de euros), según informa la agencia estatal de noticias Xinhua .Para fomentar el comercio y el desarrollo, el presidente chino prometió la apertura de su mercado a los productos de los 33 países más pobres de África. Pero, al contrario que hace tres años en la cumbre celebrada en Senegal, en la que participó por vídeoconferencia, Xi Jinping no reiteró esta vez su promesa de comprarle a África hasta 300.000 millones de dólares (270.000 millones de euros).«China está preparada para profundizar la cooperación con África en agricultura, infraestructuras, comercio e inversión», declaró Xi en el discurso inaugural de este foro, en el que dio la bienvenida a sus asistentes con un banquete de gala el miércoles por la noche. Para aprovechar al máximo este encuentro con prácticamente todos los dirigentes de África, el presidente chino y su ministro de Exteriores, Wang Yi , llevan desde el lunes entrevistándose con ellos en reuniones bilaterales.Plataforma diplomática«Para China, este foro es una plataforma muy buena de sus relaciones con África, ya que acude la mayoría de dirigentes del continente y Xi Jinping puede verse con todos en pocos días. Pero no es un foro entre iguales, sino que China es el astro rey y los otros países giran alrededor», valora Mario Esteban , analista del Real Instituto Elcano y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, donde dirige el Centro de Estudios de Asia Oriental.En su opinión, con «con este foro China saca músculo, puede mostrar su buena relación con los países africanos y lograr su apoyo en sus iniciativas globales , por ejemplo con Sudáfrica pidiendo más representación del Sur Global en el Consejo de Seguridad de la ONU para darle más peso en la escena internacional». Por ese motivo, «hay poca controversia en lo político y beneficia a su narrativa sobre el desarrollo del Sur Global, reforzando su cooperación práctica con África en un contexto internacional más hostil» para China por sus diferencias con Estados Unidos y la Unión Europea .Pero eso no ha podido evitar los problemas de endeudamiento que han sufrido algunos países africanos por los créditos de Pekín, que financia proyectos multimillonarios a cambio de materias primas, recursos naturales y obras de infraestructuras que son construidas por empresas chinas. «La trampa de la deuda es un asunto complejo porque no afecta a todos los países por igual ni se debe por completo a China», matiza Mario Esteban.\"China sabe manejar las situaciones de crisis, como ocurrió con Etiopía u otros países donde hay crisis y golpes de Estado, porque esos cambios políticos internos no generan un cambio geoestratégico exterior y Pekín sigue su relación con quien toma el poder. Es distinto a lo que hace Occidente porque China es más pragmática\" Mario Esteban Analista del Real Instituto ElcanoPara evitar tales riesgos, Xi Jinping prefiere invertir ahora en esos «pequeños hermosos proyectos» y en planes de energías limpias , como los 30 anunciados en este foro, en lugar de en grandes infraestructuras. «China ha flexibilizado razonablemente bien sus condiciones de pago y no se ha enemistado con estos países, ya que ha visto que no tiene sentido hacer un uso no racional de sus recursos que genera un endeudamiento contraproducente», explica Esteban.En este sentido, el analista de Elcano asegura que «China sabe manejar las situaciones de crisis, como ocurrió con Etiopía u otros países donde hay crisis y golpes de Estado, porque esos cambios políticos internos no generan un cambio geoestratégico exterior y Pekín sigue su relación con quien toma el poder. Es distinto a lo que hace Occidente porque China es más pragmática ».Como bien señala Esteban, « la diferencia con Occidente está en las normas y estándares , que a veces son menos estrictos y eso puede dar lugar a proyectos que generan problemas medioambientales o sociales». Occidente, que acusa al autoritario régimen de Pekín de no respetar los derechos humanos y fomentar la corrupción en algunos países de África, lanzó en junio de 2022 un plan de infraestructuras del G-7 cifrado en 600.000 millones de dólares (540.000 millones de euros) para competir con las \'Nuevas Rutas de la Seda\'. En diciembre de ese año, EE.UU. prometió en su cumbre de países africanos celebrada en Washington 55.000 millones de dólares (52.000 millones de euros) para contrarrestar la creciente influencia de Pekín y Moscú en el continente. Pero China sigue congregando a todos los países africanos y ganando influencia en ellos gracias no solo a su lluvia de millones, sino también a foros magnificentes como este de Pekín que capta a sus élites.

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