La fiesta organizada por la concejal de ECO – Cambiemos, Ana Fautina Miño, en su domicilio violando claramente las normas para el combate del coronavirus tuvo repercusión provincial y diferentes medios se hicieron eco de la noticia. En un reportaje fue la propia edil quien admitió que en su casa hubo una reunión de jóvenes, unos 20 dijo, desconociendo por cierto que los protocolos indican la cantidad máxima de 10 personas, en su intención de justificar la reunión lo único que logró fue corroborar su irresponsabilidad y la clara actitud de sentirse por encima de los demás.
El pasado fin de semana en la finca propiedad de la concejal Ana Miño (ECO-Cambiemos) se realizó una reunión de jóvenes que llevó a que los vecinos denunciaran a la policía el hecho irregular que violaba las normas establecidas, la situación tomó estado público en distintos medios locales y en las redes sociales en las cuales se ve la fiesta juvenil, ante la situación en el día de ayer la edil accedió a un reportaje con Libres Digital en donde en lugar de aclarar su situación lo único que logró es corroborar la irregularidad cometida, Miño dijo que no era una fiesta de 15 años de su hija, que era solo una “Hueveada” dado que por la cuarentena no se había podido festejar el cumple de su hija en la fecha correspondiente, razón por la cual organizaron una “fiesta sorpresa” para unos 20 amigos, por cierto 10 más de lo estipulado por la Resolución provincial y municipal, que comieron, escucharon música y bailaron, dichos que confirman la reunión.
Con respecto a que un móvil policial fue hasta el domicilio, la versión fue negada tanto por Miño como por el Comisario Rolón, aunque desde distintos sectores se afirma que asi ocurrió, pero que no habría quedado asentado dado que el esposo de Miño es un reconocido y poderoso abogado local, independientemente de ello el hecho es que ocurrió la fiesta y que los vecinos denunciaron.
Miño, una clara opositora al gobierno local y actual portavoz de ECO en el recinto legislativo, que en forma permanente exige al ejecutivo el cumplimiento de normas y solicita en todas las sesiones pedidos de informes de las más variadas cuestiones con la total intención de posicionarse políticamente como futura candidata a la reelección o algún otro cargo, en otro pasaje de la nota periodística endilgaba la difusión del hecho al ejecutivo municipal, diciendo que funcionarios llamaron a los medios para que levanten la noticia, claramente buscó tirar la pelota para otro lado con una evidente intención partidaria y que el ejecutivo debería contestar diversas cuestiones inclusive “que es lo que hizo el ejecutivo con los millones que vinieron para el combate a la pandemia” infiriendo directamente a la posibilidad de malversación de fondos por parte del gobierno comunal.
Ana Miño hizo su carrera política pasando por los más variados espacios políticos, desde el PJ en donde fue candidata hasta recalar de la mano de Gustavo Canteros en ECO – Cambiemos como concejal en el año 2017, por lo cual vence su mandato el año venidero y busca seguir manteniendo esa cuota de poder que la llevó en esta oportunidad a violar las leyes en vigencia.
A este respecto debe ser el propio concejo deliberante quien deberá pedir explicaciones a la concejal por lo sucedido y además analizar si se encuentra comprendida dentro de los delitos que quedaron plasmados en los DNU dictados por el gobierno nacional referidas a las normas a tomar por la pandemia y de quienes pongan en peligro la salud de la población al violar las normas.
Seguramente esta situación generará rispideces entre los ediles que deberán comenzar a tratar de generar mejoras para la ciudad y no convertirse meramente en una maquina de impedir y poner palos en la rueda, además de una vez por todas debe ser la justicia quien arbitre las cuestiones reñidas con las leyes y no ser los medios de comunicación los medios (valga la redundancia) para generar los debates.
