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Interior

Monseñor Canecin se expresó sobre el uso recreativo de la marihuana

El Obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, es el asesor y acompaña a la Pastoral de Adicciones del NEA, por eso expreso que “adhiere y suscribe” el mensaje de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones, donde “lamentan que se plantee en este contexto social” y pregunta si no se buscan "votos juveniles con promesas auspiciadas por el merchandising del cannabis".

La Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia lamenta que se intente proponer un debate “sin hipocresía” hacia la legalización del uso recreativo de la marihuana en la Argentina.

“Es inexplicable que hoy se hable de hipocresía al momento de hablar de la legalización de la marihuana (y otras drogas) en el contexto de pobreza e indigencia que viven cientos de miles de adolescentes y jóvenes que no pueden aspirar a una capacitación seria o a un trabajo digno, fruto de décadas de postergación”, sostuvo el organismo episcopal.

“La clase política sigue una agenda que no es de este tiempo en los barrios populares ni tampoco de las clases medias ya resignadas a su decadencia. Por eso intentan dar clases de pobrismos los mismos que los originaron o hablan del uso recreativo del cannabis como si fuéramos un país nórdico”, agregó en un comunicado.

Tras graficar cómo es la realidad de los barrios populares, que los políticos parecen ignorar cuando debieran estar discutiendo “la manera real en que estos jóvenes puedan acceder a un trabajo digno en los barrios más pobres”.

“La hipocresía sigue siendo no responder a esa gran demanda que lleva años en nuestro país: ¿cómo originar trabajo? ¿Acaso hay algún otro negocio que debamos conocer los argentinos y que se esconde en esta especie de búsqueda de votos juveniles con promesas auspiciadas por el merchandising del cannabis?, interpelan.

Hablemos de hipocresía

Es inexplicable que hoy se hable de hipocresía al momento de hablar de la legalización de la marihuana (y otras drogas) en el contexto de pobreza e indigencia que viven cientos de miles de adolescentes y jóvenes que no pueden aspirar a una capacitación seria o a un trabajo digno, fruto de décadas de postergación.

La clase política sigue una agenda que no es de este tiempo en los barrios populares ni tampoco de las clases medias ya resignadas a su decadencia. Por eso intentan dar clases de pobrismos los mismos que los originaron o hablan del uso recreativo del cannabis como si fuéramos un país nórdico.

Quienes vivimos y trabajamos en los barrios populares —y no somos turistas en ellos— sabemos del daño que ocasionan el alcohol y la marihuana en los niños, adolescentes y jóvenes abandonados a su suerte por un Estado de carácter liberal. Sin mayores ayudas para que puedan desarrollar sus vidas como Dios manda, terminan entrampados en drogas que los condicionarán de por vida.

Lo que hoy debieran estar discutiendo Gobierno y oposición es la manera real en que estos jóvenes puedan acceder a un trabajo digno en los barrios más pobres. La hipocresía sigue siendo no responder a esa gran demanda que lleva años en nuestro país: ¿cómo originar trabajo? ¿Acaso hay algún otro negocio que debamos conocer los argentinos y que se esconde en esta especie de búsqueda de votos juveniles con promesas auspiciadas por el merchandising del cannabis?.

Resulta muy triste que lo único que una la famosa grieta sean los temas que ignoran la vida y la opinión de los sectores populares.

Desde la Comisión de Adicciones de la Iglesia Católica hemos hablado muchas veces de este tema, pero los intereses económicos y políticos prevalecen. La mirada burguesa de sectores oficialistas y de la oposición nada tienen que ver con un sentido integral y popular de la vida.

¿Todavía no saldamos la deuda con tantos muertos en la Argentina por Covid y ya estamos buscando chocar una vez más con nuestro pueblo herido?

¿La propuesta es legalizar la marihuana cuando todavía no tenemos lugares de recuperación para los miles de pibes y pibas que están desapareciendo a causa del consumo del paco?

¿La propuesta es legalizar la marihuana cuando la gran mayoría de los jóvenes de nuestros barrios más pobres no llega a terminar la secundaria y tampoco encuentra trabajo?

¿La propuesta es legalizar la marihuana cuando en nuestros barrios más pobres no hay agua, cloacas, luz, escuela, club?

¿La propuesta es legalizar la marihuana cuando tenemos más pibes y pibas flagelados por la droga en las cárceles que en hogares de recuperación?

Mientras la sociedad mira desconcertada el abismo cada vez mayor entre ricos y pobres, la política argentina se sigue entreteniendo con temas de campaña.

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OBISPO DE GOYA MONSEÑOR CANECÍN MARIHUANA

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