Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Interior

Hace cinco años en Goya fue bendecida la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua

La diócesis de Goya celebra este domingo, el quinto aniversario de contar con la gracia de una capilla de Adoración Perpetua, un acontecimiento considerado como el mejor regalo del Señor en el año de la Misericordia. Se realizará una caravana con el Santísimo Sacramento desde la Iglesia Catedral a partir de las 17 y luego la misa a las 20.

“Quiera Jesús Eucaristía bendecir abundantemente a nuestra comunidad, y ojalá seamos instrumentos de bendición para toda la Iglesia y el mundo entero”, y añadió “que Jesús eucaristía derrame sobre toda la comunidad abundantes bendiciones”, expreso monseñor Adolfo Canecin en oportunidad de la bendición de ese lugar sagrado de oración que se encuentra contigua a la Iglesia Catedral, por calle Mariano I. Loza.

“Que Jesús eucaristía derrame sobre toda la comunidad abundantes bendiciones”, expresó el obispo.

Siguiendo los lineamientos del padre Patricio Hilleman, un sacerdote cuya misión es fundar estas capillas en todo el mundo explico que “la adoración quiere decir postrarse, reconociendo a Dios como creador, como mi todo. Y en latín significa dar un beso, un abrazo. Es un gesto de amor. Vale decir, estar con Dios, dejarse amar, inspirar, bendecir, proteger, sanar y liberar por Él, porque está en persona”.

ADORACIÓN EUCARÍSTICA

La adoración eucarística es un momento de intimidad, de confianza, de amistad con Jesucristo, el Redentor, el Amigo, el Hermano, el Compañero en nuestro peregrinar hacia la vida eterna.

En estos ratos de oración ante Jesucristo presente en las Sagradas Especies, es necesario actuar interiormente la fe en la presencia real de Cristo en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, la esperanza, la caridad, darse cuenta de que su presencia ahí, en el pan, es un gesto de amor personal a cada hombre, a ti.

La adoración a Cristo es también acompañarlo con sentimientos de reparación por los propios pecados y por los de todos los hombres y hacer nuestros los sentimientos más profundos de Jesús.

Ir a la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua, es asistir a la adoración eucarística solemne o es ir a dialogar cordialmente con Cristo, desde lo más profundo del corazón. Es hacer un acto de presencia ante el Redentor, poner en sus manos los esfuerzos y la voluntad de corresponder a su gracia para buscar la santidad.

Es aprender las lecciones que nos da Jesucristo desde el Sacramento de la Eucaristía, su humildad, su generosidad en la entrega. De esos contactos con Jesucristo en la Eucaristía deben brotar la gratitud, el aliento en la lucha de cada día (Cf Job 7, 1), la confianza y la alegría de estar con Él, el deseo de imitarlo en la aceptación de la voluntad del Padre y en su entrega a la salvación de los demás.

Dejá tu opinión sobre este tema
GOYA IGLESIA CATÓLICA

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso