Bajo el lema: “Inteligencia artificial y paz”, 1° de enero de 2024, se celebró la 57ª edición, con una misa presidida por el Vicario General de la Diócesis de Goya presbítero licenciado Juan Carlos López, en el día de la solemnidad de Santa María Madre de Dios. Las comunidades de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, comenzaron el nuevo año, rezando por la Paz en el mundo entero.
“Felices ustedes que comienzan el año rezando, porque todos estamos en las manos de Dios. El tiempo le pertenece al Señor, por eso, queremos comenzar este tiempo poniéndonos bajo la protección del Señor, bajo la guía de Jesús, sobre todo porque no dejamos de rezar los argentinos ́Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos ́ como país y como Nación, dentro de tantos ajustes, inseguridades en este tiempo difícil. Que el Señor guíe la historia nuestra” fue el saludo inicial del párroco.
En su homilía el padre Juan Carlos López, destacó la significación de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, señalando que “es el fundamento de toda la virginidad de María” y todos los “honores y títulos de la Virgen María es, ante todo, porque, es Madre de Dios”.
En la Jornada Mundial de la Paz, el sacerdote, destacó el lema que identifica este año al mensaje del Papa Francisco: “Inteligencia artificial y paz” y en esa línea explicó que “hablar de inteligencia artificial, decimos, pero el único ser inteligente es el hombre, entonces, estamos hablando de robótica, de una máquina que almacena datos. Toda la ciencia y la tecnología tiene que cuidar la finalidad del crecimiento y de la promoción de cada persona”.
“A veces se puede programar con intencionalidad. El que hace una máquina tiene una intencionalidad, entonces, estos recursos y accesos a esta galaxia que puede favorecer la educación, la realidad de la salud, la intercomunicación de las personas, el desarrollo agrario, es decir, el desarrollo tecnológico en beneficio de las personas en tantas dimensiones” subrayó.
Al mismo tiempo hizo referencia de la preocupación del Papa Francisco al exponer un “juicio ético de poner límites, porque, según la intencionalidad puede responder a intereses de ambición, puede favorecer el terrorismo, la marginalidad, la maquinaria de la guerra, la manipulación de las personas, deteriorar los lazos de familias y, hay entonces también riesgos de no encontrar datos verdaderos”.
Dijo que en el mensaje el Papa anima a hacer que los progresos en el desarrollo de formas de inteligencia artificial contribuyan, en última instancia, a la causa de la fraternidad humana y de la paz. No es responsabilidad de unos pocos, sino de toda la familia humana. La paz, en efecto, es el fruto de relaciones que reconocen y acogen al otro en su dignidad inalienable, y de cooperación y esfuerzo en la búsqueda del desarrollo integral de todas las personas y de todos los pueblos”.
El Papa concluye su mensaje con una súplica para el Año Nuevo: "Que el rápido desarrollo de formas de inteligencia artificial no aumente las demasiadas desigualdades e injusticias ya presentes en el mundo, sino que ayude a poner fin a guerras y conflictos, y a aliviar muchas formas de sufrimiento que afligen a la familia humana".
