Durante el periodo de aislamiento por el Covid 19, se registraron en el nordeste argentino un total de 13 femicidios, según un informe del Observatorio de Conflictos Sociales del NEA. Además, creció casi un 40% las llamadas de asistencia por violencia a mujeres.
El Observatorio de Conflictos Sociales del NEA es un registro sistemático, sincrónico y permanente de los conflictos sociales en las provincias del Nordeste Argentino y sus correspondientes análisis periódicos. Desde el área Géneros y Diversidades nos dedicamos al registro, sistematización y análisis de las dimensiones de género de la conflictividad social en la región.
En su último informe describe y analiza las características de los feminicidios ocurridos en las provincias de Chaco, Corrientes, Misiones y Formosa, desde el 20 de marzo al 13 de julio del año 2020; a partir del establecimiento del aislamiento preventivo obligatorio, situación que potenció la problemática de la violencia institucional-policial y también hacia mujeres y niñas en el ámbito doméstico.
En la región se han registrado 13 feminicidios en el periodo marzo-julio4 del año 2020. La mayor cantidad de casos se produjo en el mes de julio, con 4 casos, seguido por abril y junio con 3 casos respectivamente.
Las edades de las víctimas se concentran en el rango 20-39 años, lo cual sugiere que las mujeres adultas jóvenes representan un 50% de los casos.
En cuanto a las edades de los victimarios, se registran, en su mayoría, entre los 20 a 49 años, seguidas por el grupo de victimarios que oscila entre los 30 y 39 años.
En 10 de los casos registrados, el espacio físico donde fue perpetrado el crimen es el hogar de la víctima, lo que podría sugerir que las políticas de prevención contra la violencia de género son ineficientes, considerando además la figura Nro. 4 a continuación, que muestra que solo dos casos tenían una denuncia previa.
En el 31% de los casos los victimarios se suicidaron, el 69% se encuentra detenido. Solo dos de ellos tenía una denuncia previa, aunque cabe aclarar que fueron
denuncias reiteradas, lo que sugiere una ineficacia estatal en la contención y resguardo de las víctimas de violencia de género.
No se registra hasta el momento un aumento de los casos de feminicidios entre el 2019 y 2020. Solo el mes de julio (hasta el día 17) de 2020 expresa un aumento significante respecto al año anterior.
Desde el inicio de la cuarentena se ha visto un aumento en las denuncias de mujeres que sufren violencia de género a la Línea 144 que brinda orientación, asesoramiento y contención a mujeres en situación de violencia, según indican fuentes del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad las llamadas crecieron un 39%.
El Observatorio entiende conceptualmente que un femicidio se define como la forma más extrema de violencia hacia las mujeres, es un mecanismo de control (y más visible) del patriarcado sobre el cuerpo femenino para asegurar la dominación masculina y preservar los roles sociales asignados a ambos géneros. En Argentina, la figura de femicidio se incorporó al Código Penal en 2012, como un tipo agravado de homicidio que establece "agravantes por el vínculo" y descarta el uso de atenuantes cuando el hombre tenga antecedentes por violencia.
El presente trabajo adopta el término feminicidio, conceptualizado por Marcela Lagarde, ya que la incorporación de la sílaba “ni”, presupone la participación directa de los Estados en la acción u omisión que posibilita el exterminio de las mujeres cis y trans. En palabras de la autora “lo que caracteriza al feminicidio es la impunidad social y del Estado. Si no hubiera tolerancia social a la violencia hacia las mujeres no habría tolerancia del Estado a esos crímenes” (Lagarde, 2013)
Además, en este informe, se incluyó la temática de travesticidios.
