A partir del regreso gradual de la presencialidad, transitar por el microcentro en horarios picos se volvió una complicación. La imagen de algunas cuadras son largas hileras de automóviles en doble filas, y otros tantos intentando circular por el angosto camino que queda.
La bocinas volvieron a sonar y el ritmo caótico se hace cada vez más presente en el radio de escuelas, tanto públicas como privadas.
Las dificultades ocurren ante el sistema empleado por algunos establecimientos que habilitan que los tutores con vehículos formen una fila y pueda ir pasando por la entrada para el ascenso y descenso de los alumnos.
Si bien es una modalidad práctica para quien tiene que dejar al chico; sin embargo se vuelve engorroso para quienes justo deben pasar por esa zona y deben afrontar demoras de hasta diez minutos para hacer una cuadra.
El problema surge en los horarios cercanos a las 8, las 12, 13.30 y 18, donde el tránsito vehicular toma el ritmo de paso de hombre.
Otro de los factores que se suman al caos vehicular de regreso a la presencialidad es el transporte público, con frecuencias reducidas que se implementan desde el inicio de la pandemia y que aún no estarían regularizadas en este contexto en que se están reactivando todas las actividades.
Si bien la vuelta a clases se está dando de manera gradual, algunos de los viejos problemas ya empezaron a surgir. Se espera que pueda ser solucionados antes de octubre, que es la fecha en que se prevé el regreso total de los estudiantes a las aulas.
