La especie es considerada una de las más románticas, por sus hábitos monogámicos. Martín está en una casa del barrio Yapeyú y miles de personas reclamaron su liberación.
Más de 1.200 usuarios de redes sociales solicitaron la intervención de las autoridades de Recursos Naturales de Corrientes, ante un caso de cautiverio de un guacamayo de plumas azules y amarillas (Ara ararauna). Está en una casa del barrio Yapeyú, en la esquina de la avenida Ayacucho y la calle México, en la Capital de provincia.
Una publicación en Facebook de la usuaria Belén Figueroa Ojeda alertó en la última semana de mayo sobre “este animalito que está hace más de 20 años así, enjaulado, sin contacto con nadie, solo él y su alma”. Ojeda aseguró que el papagayo tiene el nombre de Martín.
“Que tenga una jaula grande no significa que deje de ser una jaula y esté privado de su hábitat... por el simple hecho de decorar esa casa”, agregó molesta la mujer. Sobre la base de ese reclamo, la abogada proteccionista de animales Liliana Gómez realizó una denuncia, pero hasta el momento no obtuvieron respuesta oficial.
Más de mil personas compartieron el posteo de Facebook para su liberación. A la par, Marta Ceballos abrió una petición en la plataforma Change.org, en la que (hasta el cierre de esta edición) 247 personas firmaron para la “intervención del Centro de Fauna Aguará”.
Por su parte, el director del Centro de Conservación Aguará, Daniel Segovia, explicó a este diario que “el secuestro o incautación de fauna corresponde a la Dirección de Recursos Naturales” de la provincia. “Nosotros procedemos a rescatar cuando una autorización judicial nos permite”, aclaró el funcionario a El Litoral.
Ubicado en la localidad de Paso de la Patria, el Centro de Conservación Aguará y su equipo de especialistas se ocupa de la rehabilitación (y posterior liberación) de la fauna autóctona de Corrientes. El área de distribución del guacamayo amarillo azulado comprende desde Panamá hasta el Noreste de Argentina, pasando por toda la cuenca amazónica.
“Recordemos que son aves monógamas. Considerada una de las especies más románticas, suele quedarse con la misma pareja hasta que muere. Martín no pudo disfrutar de su naturaleza, le han arrancado la única posesión de un animal, la libertad. A cambio le ofrecieron una vida en total soledad, porque ni siquiera es una mascota”, dijo otra usuaria de Facebook, Rocío García.
En tanto que Segovia afirmó que “no es necesario comprobar el maltrato (del guacamayo) para que intervenga Recursos Naturales. Solo tener un animal silvestre, en principio, es un delito previsto por la ley de protección de conservación de la fauna”.
