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Info General Transporte público

Pasajeros viajan como ganado por el abarrotamiento en horas pico

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Crédito: 123838

Hacinamiento, personas mayores paradas y unidades circulando con las puertas abiertas, son algunas de las postales que dejan los colectivos que circulan por el centro durante el mediodía. El Libertador pudo verificar las malas condiciones que padecen los usuarios de un servicio que, a medida que aumenta su tarifa, es más deficiente.

 

Por la falta de unidades en algunas líneas, los colectivos urbanos se abarrotan en las horas pico, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros. El servicio no mejora pese a los frecuentes y fuertes aumentos del boleto, que actualmente cuesta 19 pesos, generando un gasto de más de 1.600 pesos al mes para un trabajador que viaja cuatro veces por día.


SITUACIÓN

 

Cada modificación de la tarifa de los colectivos urbanos en la Capital se aplica con la promesa de incorporar más y mejores vehículos, algo que nunca ocurrió, ni siquiera este año, cuando el pasaje sufrió un incremento del 72 por ciento, pasando de 11 a 19 pesos.


La suba pegó de lleno en el bolsillo de los trabajadores que dependen del transporte público para llegar a sus empleos, especialmente de aquellos que cumplen doble turno, como los del sector comercial, dado que si utilizan el servicio cuatro veces por día los 22 días laborables promedio que tiene cada mes, deben destinar más de 1.600 pesos para trasladarse.


El alto valor del boleto se justificaría si las prestaciones fuesen buenas para los 150 mil pasajeros que, en promedio, suben los días hábiles a los 186 coches distribuidos en los 24 ramales que tienen las nueve líneas concrecionadas por compañías privadas. Desafortunadamente desde hace años no hay mejoras significativas, una realidad que promueve un crisol de quejas.

 


 

INCOMODIDAD Y PELIGRO

 

En este contexto, El Libertador recorrió diversas paradas neurálgicas y -más allá de mal estado de las unidades, las interminables demoras y el incumplimiento de recorridos- el principal reclamo de los pasajeros está vinculado a las pésimas condiciones en las que se viaja en algunas líneas, fundamentalmente en horarios pico como el mediodía.


Uno de los ramales más apuntados en este sentido es el 104 D, que realiza un largo recorrido desde el hospital psiquiátrico San Francisco de Asís hasta el anfiteatro Cocomarola, pasando previamente por las 1.000 Viviendas, uno de los barrios más populosos de la Capital.


Para verificar las quejas, El Libertador abordó uno de los móviles de ese ramal durante el mediodía y fue testigo del hacinamiento y el riesgo al que son sometidos los usuarios.


El ómnibus era esperado ansiosamente por decenas de personas en las diferentes paradas que se encuentran en el corredor Salta y, aunque ya estaba colmado a la altura de Bolívar, el chofer siguió cargándolo hasta el punto de tener que recorrer varias cuadras con la puerta delantera abierta, ya que un joven que estaba con medio cuerpo afuera del vehículo impedía que se cerrara. 


Vale mencionar que la normativa vigente sostiene que los colectivos sólo pueden abrir sus puertas cuando están completamente detenidos. Además, durante el viaje se pudo observar a personas mayores de pie debido a la falta de asientos y a menores de edad muy cerca del vidrio delantero, expuestos al riesgo de lesiones que se pueden generar por un siniestro vial o una frenada brusca.

Algunos usuarios dijeron a este medio que pese al riesgo que implica viajar así, deciden hacerlo porque que si pierden la unidad pueden llegar a esperar más de 30 minutos hasta que llegue el próxima. Además, resaltaron que durante la siesta, la noche, los domingos y feriados, para el 104 D la demora puede superar los 40 minutos. 

 


 

VOZ OFICIAL

 

Es importante recordar que en la edición del 7 de junio de 2018 de El Libertador, el subsecretario de Transporte del Municipio, Lisandro Rueda dijo que en los buses urbanos "pueden ir personas paradas, pero el abarrotamiento no lo debe permitir el chofer".


En ese sentido, el funcionario había explicado que "en el transporte, el chofer tiene que ir cómodo manejando y con una visión integral del interior y también debe poder cerrar las puertas sin dificultades".


Para finalizar, en esa oportunidad Rueda mencionó que "en horario pico lo ideal es que pasen dos colectivos de la misma línea cada 3 o 5 minutos", y para ello "es necesario un trabajo de ingeniería y de coordinación que se debe hacer con las empresas".

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