Los principales distritos electorales cerraron anoche las listas para la elección nacional clave que representa la renovación parcial del Congreso. No se trata de una para sencilla para el Frente de Todos, porque hay distritos centrales en los que los acuerdos políticos exhibidos en CABA y la provincia de Buenos Aires no se van a repetir, entre ellos Santa Fe y Córdoba.
De allí que los distritos más pequeños se transformaron en clave al momento de definir nombres, que posteriormente deberían traducirse en diputados nacionales o senadores. El Congreso, es el poder del Estado en el que se definen el futuro de la Argentina. Ha sido hasta ahora la garantía que el gobierno del Poder Judicial no se modificara desde la partida del macrismo a finales del 2019.
No se podrá olvidar que la Corte Suprema de Justicia se inmiscuyó en las acciones administrativas del Poder Ejecutivo para interpretar que no había elementos para ordenar la restricción de la educación presencial en la Ciudad de Buenos Aires, una tarea que le es completamente ajena.
Otros jueces inferiores han liberado a las empresas de comunicación a saltarse la condición de servicio público o a limitar los términos de equidad en que habían sido puestos los partidos políticos al momento de promocionar sus campañas electorales en esos mismos medios de comunicación.
Y mientras los medios concentrados denuncian el crecimiento imparable de la inflación contribuyen con el aumento de sus tarifas.
La Justicia fue parte del esquema electoral conjuntamente con los medios para posibilitar el triunfo de Mauricio Macri en 2015. Cuestiones inescrutables, liviandad absoluta, acciones persecutorias se dispararon desde su interior con aval de la Corte para instalar la idea de que los gobiernos del 2003 al 2015 habían puesto de cabeza al país con un saqueo nunca visto en ninguna parte del mundo, sin contar el invento del homicidio del fiscal Alberto Nismann que se suicidó porque su denuncia -parte del mismo esquema con fines electorales- no tenía elementos aunque para ello se haya tenido que inventar la causa del Memorándum con Irán.
Ese esquema dentro del Poder Judicial está intacto y sus movimientos son visibles cuando no se puede concretar la quiebra ya decretada de la empresa del ex presidente “Correo Argentino” o se empleara también para bloquear el salvataje a la empresa Vicentín o para impedir que se designe el nuevo procurador general ante la Corte que hasta ahora facilita que un fiscal procesado como Carlos Stornelli.
No hace falta recordar cómo operó para llevar a los Tribunales porteños las causas por espionaje ilegal que los medios concentrados que abiertamente juegan en contra de la mayoría de los argentinos no hablan del tema. Pareciera que las causas en Comodoro Py brindan tranquilidad a los exfuncionarios del macrismo.
Los defensores de la república y las instituciones están hasta el cuello en el contrabando ilegal de armas a Bolivia para colaborar con el golpe de Estado contra las autoridades constituidas del país vecino.
Hay dudas respecto de cuánto puede hacer el fuero porteño, aunque por la materia del caso investigado por el momento la causa no está en los tribunales federales porteños. Hay que seguir de cerca este caso, porque las operaciones -pasadas las elecciones se transformarán en preocupación por el futuro en libertad del ex presidente. De todas maneras, Macri está tan complicado en Bolivia como en Argentina.
Todo esto además adornado con la constante prédica del periodismo M, al que desembozadamente ingresó el ex presidente a través del canal del histórico diario de los Mitre. Desde allí baja un ruido infernal con operativos diarios que apuntan al desánimo generalizado para afectar la moral del votante del Frente de Todos que truncó el sueño de reelección de la derecha nacional.
El macrismo se deshizo a última hora de Patricia Bullrich, nuevamente de los radicales que le entregaron su lugar en las listas porteñas al “periodista” “especializado” en Economía, Martín Tetaz, hizo lo propio con otros outsider como la científica Sandra Pitta, El Dipy, y hasta el mismísimo Luis Brandoni que fue empujado a armar una lista alternativa que encabeza el ex secretario de Salud de Macri, Adolfo Rubinstein.
Repatrió para lavarle la cara a la ex gobernadora María Eugenia Vidal de territorio bonaerense al más amigable distrito porteño, pero vuelve a poner de candidato a un extraño, como el ex vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, otra vez en desmedro de candidatos radicales como el interminable intendente de San Isidro, Gustavo Posse.
Este destrato al radicalismo, en la provincia del Chaco donde la UCR es mayoría- parece haber recibido alguna gentil devolución. El sector mayoritario del radicalismo, Convergencia, abrió la lista para los aliados (PRO y Coalición Cívica) recién a partir del sexto lugar. Es indudable que esperan mejorar la performance del 2017, aunque hay detalles que parecen no encuadrar en las expectativas que se crearon.
En aquella elección, la oposición en la provincia obtuvo apenas 5 legisladores, pero el oficialismo fue dividido. Ahora el Frente de Todos en la provincia tiene unificado al peronismo, entre ellos el espacio de Gustavo Martínez que dejó enmudecido a los aliados que le llevaron a ganar las elecciones en la capital provincial, pero también al sector kirchnerista más duro que en aquella vez tomó distancia del propio Jorge Capitanich.
Falta saber cuál será la performance del Frente Integrador que lleva la fórmula Bacileff Ivanoff, padre e hijo, para diputado nacional y provincial, pero sea cual fuere, no parece haber un escenario distinto para la principal alianza opositora en la provincia “Chaco Cambia”. La presencia de una lista que encabecen Roy Nikisch, Gerardo Cipolini y Aída Ayala pueden complicar todavía más las chances de los partidos aliados. Un solo legislador provincial que ingrese a la lista terminaría directamente con cualquier expectativa. El primero en la lista es el ex jefe de Policía, Fernando Romero, que amenazó con renunciar al cargo su no se daba la reincorporación de miembros de la fuerza que habían cometido apremios contra una familia qom de Fontana.
El peronismo unificado, abre además la posibilidad de Cambiemos pierda un diputado nacional, y ese escaño podría ir para Fabricio Bolatti (tercero en la lista), un hombre del Frente Grande, tal vez el más comprometido con el proyecto nacional y popular que encarna el Frente de Todos, mucho más los dos primeros que pusieron el acuerdo Capitanich-Martínez, Juan Manuel Pedrini y María Luisa Chomiak.
Así es como espera sumar el Frente de Todos y ampliar su bloque de diputados en el Congreso. Serán los pequeños distritos los que podrían aportar la llave para destrabar definitivamente el cerco impuesto por el macrismo para sabotear la gobernabilidad en lo que pueda, y por el tiempo que pueda.
