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Opciones de manejo del recurso forrajero para el periodo invernal

Debido a la sequía y el impacto de incendios, se prevén escenarios de déficit del recurso forrajero en la región para el invierno, por lo cual especialistas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, CONICET e INTA elaboraron un plan de opciones de manejo para los productores ganaderos a fin de minimizar pérdidas productivas a causa de la falta de forraje natural.

En la región nordeste de Argentina, la alimentación de animales en la producción ganadera depende casi en un 90% de las pasturas naturales.

Habitualmente se realiza pastoreo diferido, por el cual el exceso de forraje que crece en el periodo estival se destina a compensar el menor crecimiento del forraje en invierno.

Pero en la actual temporada productiva, los campos de la provincia de Corrientes primero se enfrentaron a la sequía que limitó el crecimiento de pastos naturales durante la primavera-verano (2021-2022), situación que luego se agravó con los incendios que se registraron en la provincia y que fuertemente afectaron las áreas de pasturas naturales.

Así, hacia mediados de marzo de este año el escenario para el recurso forrajero, por sequía e incendios, era “desolador” para la ganadería correntina, aunque posteriormente las intensas precipitaciones de finales de marzo y principios de abril contribuyeron a que crezcan nuevamente los pastos naturales.

No obstante, se prevé igualmente una menor disponibilidad de forraje para el periodo invernal.

En ese contexto, profesionales de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE) y el INTA-Mercedes elaboraron una serie de “opciones de manejo del recurso forrajero para el otoño-invierno 2022”, con pautas dirigidas a productores ganaderos de distintos segmentos.

Según explicaron, se torna necesaria la aplicación de pautas de manejo específicas para afrontar la coyuntura y maximizar la alimentación de los animales y el rendimiento productivo.

“Los planes de manejo serán determinantes para atravesar el periodo invernal, y compensar el desbalance forrajero” señalaron.

Indicaron que habitualmente la ganadería de Corrientes presenta un desfasaje entre la carga de animales y disponibilidad de forrajes, por lo que el actual contexto torna necesario pensar en nuevas estrategias, y por ello la propuesta busca aportar prácticas de manejo que sean viables para los productores.

Las opciones de manejo fueron elaboradas por el Dr. Carlos Acuña y el Dr. Alex Zilli, docentes-investigadores de las Cátedras “Forrajicultura” y “Zootecnia” de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, y del Instituto de Botánica del Nordeste (“IBONE”, UNNE-CONICET), junto a los ingenieros Diego Bendersky y Pablo Barbera de la Estación Experimental INTA Mercedes.

EL PLAN DE MEDIDAS

Entre las opciones planteadas, se recomienda ordenar el rodeo y hacer el balance forrajero, para lo cual se proponen dos acciones principales.

Por un lado clasificar la hacienda de manera de hacer ajustes de carga vendiendo las categorías menos productivas (vacas viejas, vacas infértiles, toros de refugo, terneros y terneras de descarte), priorizando los vientres fértiles de los rodeos de cría, principal actividad ganadera de la región.

Además, hacer una evaluación de los potreros y clasificarlos según el estado en que están (determinación de la disponibilidad de forraje). A partir de esa información estimar una carga adecuada y tomar la decisión de suplementar, vender categorías o trasladar a pastaje según cada situación.

Para suplir la falta de fibra, se aconseja organizar sistemas de pastoreo comunitario en campos fiscales o disponibles para tal fin (para pequeños productores); y hacer heno de lotes subutilizados y/o del rastrojo de arroz y transportarlo a lugares cercanos.

Asimismo, se recomienda considerar la disponibilidad de fibrilla y cascarilla de algodón, bagazo de cítricos, rollos de rastrojo de sorgo, maíz, aserrín (hay empresas locales que proveen de aserrín para los feedlot); y adecuar el suministro de rollos para hacer más eficiente su utilización (pensar en armar canastos en los pueblos).

Como estrategia para suplementar el forraje disponible con subproductos de la industria local, se sugiere el uso de semilla de algodón por ser un alimento que aporta energía (mayor al maíz) y proteínas y por tener un costo menor al maíz.

También se aconseja la siembra de especies invernales para generar forraje de buena calidad, principalmente para las categorías más demandantes.

Al respecto se plantean dos situaciones para el caso de lotes agrícolas y áreas de pastizales quemadas.

En el caso de lotes agrícolas sin disponibilidad de sembradora se podría laborear y sembrar en forma manual al voleo, y tapar con rolos o ramas.

En lotes agrícolas con sembradoras se recomienda aplicar glifosato y sembrar en líneos en forma directa para conservar la humedad.

Para el caso de áreas de pastizales quemadas se considera adecuado distribuir semillas al voleo en forma manual o con fertilizadoras y luego usar una alta carga de animales por un par de horas para facilitar el contacto de las semillas con el suelo.

Sobre las especies a plantar, se aconseja sembrar mezclas de especies que incluyan raigrás, avena, centeno, triticale y vicia, y ajustar la proporción de las mezclas según el tipo de suelo.

En relación al manejo, se propone fertilización a la siembra, ingreso al primer pastoreo y pastoreo horario y en franjas según recomendaciones del INTA Mercedes.

RELEVANCIA DE LAS MEDIDAS

“Se trata de medidas pensadas para llegar con disponibilidad de forrajes hasta finales de octubre, cuando se espera el inicio del periodo de precipitaciones que favorezcan el crecimiento de pasturas para el próximo ciclo productivo” explicó el Dr. Acuña.

Señaló que en el tiempo de los grandes incendios que afectaron a Corrientes, durante febrero – principios de marzo, se promovieron donaciones de rollos o fardos de forraje para alimentación del ganado.

Esas donaciones de rollos eran adecuadas para la coyuntura ante la falta total de alimentos, pero ahora se trata de un horizonte de varios meses de poca disponibilidad de forrajes, por lo que se necesitan alimentos en mayor cantidad y con mayor aporte nutritivo.

En cuanto a la reducción de las cargas de animales propuestas, el Dr. Zilli aclaró que no se proponen pautas que generen una “descapitalización” de los productores, sino vender la producción (terneros y terneras de descarte) y las categorías de hacienda menos productivas y que además se pueden reponer más fácilmente.

Asimismo, con las medidas propuestas se propicia garantizar la alimentación adecuada de las categorías más productivas, como vacas y especialmente las terneras jóvenes.

Al respecto, indicó que los animales requieren alimentarse adecuadamente y con forraje de calidad, de lo contrario la indebida alimentación afecta el estado general del animal y eso puede afectar la reproducción, pues el animal que llega en mal estado a la época de servicio, finalizado el invierno, tendrá menores posibilidades de éxito reproductivo.

En esa línea, remarcó que “las vacas llegaron en estado regular al actual periodo de otoño-invierno, por ello hay que garantizar su buena nutrición, sabiendo que Corrientes principalmente se orienta a la producción de terneros”.

Junto a la estrategia de priorizar a las vacas, se requiere también cuidar a los ejemplares más jóvenes, pues estos necesitan una alimentación de mayor calidad (fibras y otros aportes) que los ejemplares adultos.

Por otra parte, el Dr. Acuña explicó que un desbalance forrajero además de generar una mala alimentación del ganado también puede provocar la “degradación del tapiz vegetal”, pues se consumen las plantas de mayor valor nutritivo y empiezan a aparecer especies menos valoradas como malezas leñosas, afectado así la disponibilidad forrajera futura.

Reiteró que tanto en las zonas afectadas por la sequía como en las quemadas, rebrotó el pasto tras las lluvias de finales de marzo y abril, pero con poca disponibilidad en relación a lo que se necesita para la temporada invernal.

Otro de los problemas generados por los incendios fue la quema de alambrados en los campos, que complica la contención de los animales, ante lo cual se plantea la posibilidad de usar alambrados eléctricos de manera transitoria.

Los doctores Acuña y Zilli recordaron que hacia mediados de los años 2007-2009 se había registrado en la región un periodo de extensa e intensa sequía, que tuvieron fuerte impacto en faltante de forraje natural.

La diferencia con la actualidad, es que a la sequía que se venía registrando desde finales de 2019 se le sumaron los incendios que terminaron afectando aún más las extensiones de pastizales naturales de la provincia.

“Creemos que en muchos campos ganaderos si no se toman medidas no están dadas las condiciones para llegar al final del invierno con forrajes en cantidad y calidad” finalizaron.

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UNNE INTA CONICET

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