Frankie Matta y Trejo cuenta la historia de Mundial, que la semana pasada en Corrientes recaudó 38,5 millones de pesos por su 50 por ciento.
La semana pasada el cabañero Francisco Matta y Trejo pudo ver cómo se materializaba una premonición que tuvo un año antes y cómo arrojaba resultados concretos el trabajo minucioso de largas décadas. Fue cuando un fantástico toro de 780 kilos de la cabaña Santa Lucía de Villaguay, Entre Ríos, se consagró Gran Campeón en el Mundial Brangus que se realizó en el predio de la Sociedad Rural de Corrientes.
“Hace un año, cuando vimos que el ternero se destacaba sobre el resto, con mi gran amigo y asesor de la empresa Johnny Gutierrez decidimos que había que apodarlo. Veníamos de ganar la Copa América en Brasil y se venía el mundial, había una gran expectativa, y en paralelo se venía el mundial Brangus, entonces decidimos ponerle Mundial. Y después se alinearon los planetas”, sintetiza Matta y Trejo en diálogo con Clarín Rural.
Mundial es hijo de Viamonte, un emblema de la raza, en mayo cumple dos años y antes de llegar a Corrientes ya se le hizo una colecta de semen. Su propietario lo describe como un ejemplar muy balanceado y correcto en sus dos líneas, superior e inferior. “Tiene una clase racial destacada, características muy deseadas y buscadas en un reproductor”, destacó.
El productor se mostró muy satisfecho con todo lo que sucedió en las últimas semanas en el Mundial Brangus. “En la gira por las cabañas se pudo ver la adaptación y la evolución de la raza en diferentes ambientes, y la exposición fue formidable. Hubo 560 animales en competencia, un récord en cantidad y calidad. Poder coronar ahí un trabajo de años fue muy movilizador”, remarcó.
A la exposición, la cabaña llevó diez ejemplares individuales a bozal, machos y hembras, y dos lotes de terneras y terneros. Además del premio mayor obtenido por Mundial, sacaron el campeón ternero menor conjunto, el reservado campeón ternero y reservado campeón ternero conjunto, y en bozal, el reservado campeón ternero mayor, tercer mejor vaca menor y varios segundos premios.
“El trabajo de preparar un animal para este tipo de competiciones es un proceso meticuloso que lleva tiempo. Hay que aprenderlo y amarlo, afortunadamente tengo un equipo muy capaz y apasionado en su labor. Este logro hubiese sido imposible sin el trabajo en conjunto de toda la empresa”, dijo Matta y Trejo.
Ganadera del Villaguay, la firma propietaria de la cabaña Santa Lucía, cuenta con tres campos de producción. La cabaña fue fundada hace 40 años por el padre de Francisco y en sus comienzos se enfocó exclusivamente en la raza Angus. “Mi padre era fanático del colorado, siempre tuvimos un 70 por ciento de colorados. Con el tiempo nos fuimos enfocando en la genética y empezamos a competir en el circuito del Litoral; lo ganamos siete veces”, comenta.
En 1997 obtuvieron la Gran Campeón hembra en la Rural de Palermo, fue la primera hembra colorada en lograrlo, y ya en 2005 empezaron a trabajar la raza Brangus, sobre su base de Angus colorados. “Mi padre era muy perfeccionista en su profesión de abogado y también en la cabaña y los establecimientos de Entre Ríos. Todos los viernes a la tarde se hacía 4 horas y media desde Buenos Aires hasta el campo para trabajar con sus vacas”, recuerda el cabañero, y rescata una anécdota que lo marcó a fuego en su forma de vivir la ganadería.
“Yo tenía 8 o 10 años. Habíamos trabajado todo el día con la hacienda y a la tarde, cuando me vió llegando a la casa me preguntó si ya se había terminado. Algunos siguen allá, le dije. Volvé a ensillar y volvé, vos tenés que ser el último que se vaya de la manga, me respondió. Yo soy muy de esa escuela de dar el ejemplo y nunca dar una orden sin saber bien de qué se trata lo que uno está pidiendo”.
En 2014 su padre falleció y Francisco, a quien todos conocen como Frankie, que trabajaba por su cuenta en otra actividad, fue el elegido para agarrar las riendas de los tres establecimientos. Adquirieron vientres Brangus, se perfeccionaron, abrieron líneas nuevas y generaron núcleos genéticos en otros países de la región. Hoy el 65 por ciento de su rodeo de reproductores es Angus y el 35 por ciento Brangus cinco octavos, “bien acebusados”.
“No somos productores de individuos para ganar en exposiciones. Nuestro mayor valor son los cuatro remates que hacemos en cuatro provincias. En Curuzú Cuatiá (Corrientes), Quimilí (Santiago del Estero), Villaguay (Entre Ríos), y Vera (Santa Fe). Vendemos 400 toros, de los cuales 230 son Angus y 170 Brangus. Además salen unos 600 vientres con garantía de preñez”, aclara.
La semana pasada en Corrientes, el moño que cerró la gran exposición lograda por la cabaña fue la venta con récord histórico del 50 por ciento del toro campeón. El centro genético Semex Argentina y las cabañas “Don Livio” y “El Descanso” pagaron en conjunto nada menos que 38.500.000 pesos por la mitad del animal.
Ahora entre todos analizan los próximos pasos de Mundial. Pronto irá al centro de inseminación para empezar a difundir masivamente su genética, pero antes probablemente haga una parada estratégica para competir en Palermo, donde la cabaña Santa Lucía todavía no logró obtener un Gran Campeón con Brangus.
De todos modos, Matta y Trejo insiste en que lo importante para ellos no son tanto los premios en exposiciones sino la penetración real de su genética en los campos, algo que viene observando con entusiasmo. “En todo el NEA y el norte había muchos campos muy grandes con rodeos criollos o mixtos, y ahora hay una revolución de la genética porque la gente está viendo su utilidad, porque obtienen mayor fertilidad, más kilos por hectárea, en síntesis mayor rentabilidad. La gente adopta más genética y más técnicas reproductivas que aceleran el proceso. Una vez que te metés en el mundo de la genética y ves los resultados no vas para atrás nunca más”, concluye.
