Gran cantidad de fieles llegaron a la iglesia catedral Nuestra Señora del Rosario para celebrar el nacimiento de Jesús, el sábado antes de la medianoche. Se trata de una de las festividades más importantes del año para la comunidad católica. Si bien en la actualidad se centra más en los festejos, las reuniones familiares y el hecho de que sea una época de gran consumo, la importancia del Nacimiento para los creyentes está por sobre todo lo demás.
Como es habitual, la misa de Nochebuena estuvo presidida por el arzobispo Andrés Stanovnik, que destacó la cultura de los pesebres e instó a la comunidad a mantener una convivencia fraternal, independientemente de las ideologías, religión y modos de vida. En la eucaristía de la víspera de Navidad, monseñor Andrés destacó no solo lo que simboliza el pesebre, sino el valor que le otorga la feligresía correntina a la figura del Nacimiento con la Ñande Navidad, un programa que se lleva adelante en la ciudad de Corrientes desde hace más de una década.
"Ñande Navidad es una hermosa tradición correntina que se empeña en conservar la confección de pesebres navideños, tal como se hacen en los hogares correntinos de generación en generación".
En los pesebres navideños intentamos representar el misterio más profundo y extraordinario que sucedió en la historia de la humanidad: Dios se hizo hombre para que el hombre pudiera reencontrarse consigo mismo, con sus semejantes, con la naturaleza y con Dios", expresó.
Recordó que "hay quienes tropiezan en la virginal concepción de María y les parece un tanto fantasiosa esa propuesta", pero que "el misterio de esa concepción no es absurdo o irracional, sino que supera los límites de la inteligencia humana".
"En la cultura de los pesebres navideños expresamos que Dios está, que se lo puede ver, tocar y oír. Si no fuera así, entonces sí, todo lo que pudiéramos decir de Dios sería ilusorio y sin sustento. En cambio, Dios se reveló y para ello se sirvió de nuestra condición humana, para que lo pudiéramos escuchar, aceptar y construir nuestra vida como Él la soñó cuando nos creó", expresó ante los fieles.
Stanovnik advirtió que "cuando dejamos a Dios de lado empezamos a construir la vida solo a partir de criterios subjetivos, es decir, de lo que me gusta o no me gusta, todo pasa exclusivamente por el individuo. La comunidad, el espacio común y abierto a todos desaparece, solo cuenta la complicidad entre individuos, que construyen una convivencia frágil, superficial y pasajera. Este modo de entender la vida humana y la convivencia hace que las personas se comporten movidas por el miedo o por la violencia, porque han perdido sus raíces y se desesperan en busca de seguridades que jamás encuentran".
"El camino de salvación del género humano está representado en la sencillez y la fuerza de nuestros pesebres. Por eso la sociedad, que se empeña en desalojar a Dios de su vida, o lo relega al sector privado, y descalifica a los que profesan alguna religión y en particular la católica, se siente molesta porque el Dios cristiano exige abrir la puerta a una convivencia fraterna, pacífica y solidaria con todos los hombres y mujeres, independientemente de lo que piensan, de cómo viven y de qué religión profesan", destacó.
Finalmente, el prelado pidió que se "ablanden las durezas que impiden caminar juntos en nuestras familias y en nuestra sociedad, y que nos ciegan para ver que hay camino para construir una convivencia pacífica, fraterna y solidaria entre todos, especialmente con los que siempre quedan al margen o afuera de los bienes que deben ser comunes a todos".
Tras la actividad religiosa, cada familia regresó a sus hogares para vivir juntos la celebración. Un clima ideal acompañó la fiesta de la feligresía católica.
Este año no se realizó el tradicional saludo navideño de los fieles a monseñor, quien recibía a integrantes de distintas comunidades católicas en la sede del Arzobispado, cada 25 por la mañana, y compartían un ameno momento celebrando el nacimiento de Jesús.
Cerró Ñande Navidad
Cerró este sábado la edición de la Ñande Navidad Correntina, una actividad que se repite año tras año y que es llevada adelante por el Arzobispado de Corrientes, la Comisión Arquidiocesana de Fe y Cultura y el área de Cultura de la Municipalidad.
El evento tuvo varias particularidades, una de ellas es que se extendió a diferentes puntos de la ciudad.
La iniciativa, que recupera las tradiciones navideñas, incluyó en esta oportunidad entre otras cosas conciertos, muestras e intervenciones artísticas, propuestas musicales y representaciones teatrales, acompañadas por celebraciones litúrgicas.