El femicida Daniel Borlicher está prófugo hace siete años. Karina Silguero pidió el acompañamiento de organizaciones para movilizarse el miércoles hasta el Ministerio de Seguridad. La concentración será en la plaza Vera a las 8.30.
A siete años del femicidio de Sandra Silguero, su hermana Karina convocó a una movilización para este miércoles 16. Las organizaciones de género y personas independientes se concentrarán a las 8.30 en la plaza Vera (en el banco rojo) y marcharán hasta el Ministerio de Seguridad de la Provincia. La familia espera que los reciba el ministro Buenaventura Duarte para dialogar sobre las acciones que se puedan realizar por una búsqueda efectiva del femicida prófugo Daniel Borlicher.
"Marchamos para pedir justicia por Sandra, porque son siete años de dolor y manoseo hacia mi familia. Hace siete años que Daniel Borlicher está prófugo. Mi hermana no puede descansar en paz, queremos que la búsqueda sea efectiva de una vez por todas. Hay un femicida prófugo entre nosotras y solo queremos justicia", contó Karina Silguero a República de Corrientes.
"Van a sumarse también los compañeros de Atravesados por el femicidio, en todo el país, que compartirán el cartel con el rostro de Borlicher para pedir una búsqueda efectiva", dijo Karina.
Atravesados por el femicidio es un grupo nacional de padres, madres, hermanos, hermanas, cuñadas, tías e hijas de las víctimas que se reúnen con la intención de ayudar a otros que enfrenten circunstancias similares.
El femicidio de Sandra Silguero ocurrió el 16 de marzo de 2015. La madre de dos jóvenes fue víctima de violencia de género en reiteradas oportunidades. El asesinato machista sucedió en su casa en el barrio San Benito.
La recompensa a quien colabore con la captura de Borlicher comenzó con 500.000 pesos. Esta cifra se convirtió con el tiempo en algo insuficiente y la familia solicitó que suba a 2 millones de pesos. El año pasado se logró que la recompensa sea de $ 1 millón.
Una búsqueda
El femicidio, además de provocar una muerte que siempre es evitable, genera otras situaciones de dolor. Los hijos también son víctimas. Sandra tenía dos hijos y uno de ellos era apenas una niña.
Karina se hizo cargo de su sobrina y también del cuidado de sus padres. Hace unos meses falleció su papá. Ella dijo "se fue sin ver al femicida de su hija preso".
A esto se sumó la lucha por encontrar a Borlicher. La hermana de Sandra se unió a movilizaciones feministas donde pidió la búsqueda efectiva y realizó pegatinas con carteles con la recompensa.
Tenía un dato, él estaría en Paraguay, y con Rita Verón (hermana de Elizabeth) y Leticia Gaúna fueron hasta el país vecino. Allí dialogaron con funcionarios, con la policía y con organizaciones feministas. Todos coincidieron en que no conocían el caso y se comprometieron a compartir la imagen de este hombre. En la búsqueda, también se sumó a los encuentros nacionales de mujeres. Estas jornadas duran tres días y se tratan diferentes temas que tienen que ver con el género. Allí se contactó con quienes forman parte de "Atravesados por el femicidio". Mientras tanto, Karina recorrió medios locales y también nacionales. Las cámaras de Capital Federal se encendieron para hacerle notas.
Borlicher era conocido como "el femicida más buscado".
Apoyo
La sororidad es en algunas circunstancias lo que sostiene a las familias. Karina hoy es amiga cercana de Rita Verón, quien también perdió a una hermana en manos de un hombre que creyó ser su dueño. Van a cumplirse siete años de aquel día en que un hombre se sintió con el poder de dar más de cien puñaladas a la mamá de sus hijos.
Sandra quería separarse, estaba preparando los bolsos para mudarse. "No saben cuánto la extraño ni cuánto me cuesta traducir el vacío enorme que siento. Mi hermana, mi amiga, mi Sandra nunca dejó de cuidarme, hasta ese 16 de marzo de 2015, cuando Daniel Diomedes Borlicher decidió clavarle 115 puñaladas con un cuchillo y un destornillador.
La vida ya nunca fue igual para mí ni para mis sobrinos, Mayra y Bruno, que cada noche la seguimos extrañando", escribió años atrás en sus redes sociales. Karina expresó que, para ella y su familia, "esta lucha se volvió el centro de nuestras vidas, por encima de todo".
