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En el día de San Pantaleón, los fieles vivieron una jornada de fe y devoción

Hicieron filas para adorar y orar al santo patrono de los enfermos en el templo. Antes, se realizaron serenatas virtuales y recorridos por el barrio.

Los homenajes a San Pantaleón por su día, comenzaron el domingo 25, cuando la imagen del santo recorrió las calles del barrio, y toda la comunidad del barrio Laguna Seca celebró a su santo y recorrió zonas aledañas a la iglesia que lleva su nombre. “Este es un momento especial, en las horas previas de nuestra fiesta patronal”, dijeron. Así, desde el carro de sonido y con alegría, animadores alentaron el recorrido de la imagen del patrono de los enfermos y los médicos.

En el trayecto, los fieles lo esperaron en las veredas de sus casas para saludarlo flameando pañuelos y homenajeandolo. Asimismo, una caravana de motos y autos lo siguieron en su recorrido. Muchos de ellos dispusieron sus altares en la vereda en forma de acompañamiento y decoraron las calles con banderines blancos y amarillos.

El lunes 26 de julio, por el contexto de pandemia, la serenata musical en honor a San Pantaleón se realizó de forma virtual y se transmitió por la cuenta de Facebook de la parroquia (/Santuario San Pantaleón). Esperando la hora 0 del Día de San Pantaleón, en la celebración musical cantaron los reconocidos grupos Gente de Ley, Grupo Integración de Cacho Espíndola y Rubén Morales, entre otros cantantes de la comunidad.

Antes de dar inicio a la serenata, el párroco Antonio Rossi dio la bendición a la serenata chamamecera. Allí, el sacerdote evocó los versos del padre Julián Zini. Con permiso que traigo mis amigos, florecida en un canto mi verdad, esta hermosa y doliente verdad del alma mía, que hace tiempo les debo y aquí está, citó.

Ayer, en su día, a las 16:30 fue la celebración eucarística central en la iglesia ubicada en Pitágoras S/N del barrio Laguna Seca. A la misma asistió el intendente Eduardo Tassano y fue presidida por el obispo auxiliar José Adolfo Larregain. Asimismo, se hicieron presentes vecinos de la zona, que acudieron con barbijos y distancia social.

“Ponemos en la mano de Dios nuestros enfermos. No tenemos que bajar los brazos ni la guardia, estar muy atentos y pedirle al señor su intersección”, afirmó el fray Larregain en la homilía. Luego de la celebración religiosa, los fieles se acercaron a su imagen en la iglesia para orar al santo. Asimismo, en el santuario, decenas de vecinos hicieron fila para prender una vela para dar las gracias para pedir por sus familiares enfermos.

Con respecto a la fe de la comunidad, el obispo auxiliar afirmó en un video de redes sociales: “Sentí una gran devoción por parte de la gente, un gran cariño al santo y amor a Dios. Y por otro lado, se siente una gran necesidad de ser escuchados, de ser contenidos, de dejar en la manos de Dios todo aquello que preocupa y aflige en este tiempo particular que estamos viviendo”.

“Les deseo fuerza, ánimo, confianza, esperanza, a sostenerse desde la oración y la devoción. Todos aquellos que pueden hacer algo por los otros, que nunca lo dejemos de hacer. Un llamado telefónico, un audio, un WhatsApp, una visita, un gesto. Hacemos mucho bien con esas pequeñas cosas”, enfatizó en un mensaje ferviente a los fieles.

El santo

Según monseñor Andrés Stanovnik en una publicación del Arzobispado de Corrientes, Pantaleón era un joven médico cuando escuchó hablar a un sacerdote sobre la persona de Jesús. Ese joven profesional quedó muy impresionado de la belleza del cristianismo y se entusiasmó con vivirlo a fondo. Pidió al sacerdote que lo instruyese más sobre los contenidos de la fe. Poco a poco, la presencia viva de Jesús se le grabó tan hondo en su vida, que más tarde ni la tortura ni los sufrimientos que tuvo que padecer por ser cristiano lo apartaron de su fe. San Pantaleón, hombre de ciencia, consideró el don de la fe más importante incluso que su propia vida. En él se destaca de un modo heroico el trato que tuvo con los enfermos. El enfermo es una persona que necesita de cuidado, atención especializada, y, sobre todo, trato humano y misericordioso.

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