En medio del dolor por la pérdida del ser querido, se destaca la decisión de las familias que elijen la vida y donan los órganos. Conmocionó este miércoles el caso del enfermero Facundo Ezequiel Aguirre que ayudó a las personas aún después de muerto.
Facundo tenía 30 años y toda una vida por delante. Tras salir de guardia chocó a un perro yendo en su moto hasta su casa. El hecho fue grave y ya se vaticinaba el desenlace. Pero en medio del dolor, sobrevino la esperanza que él mismo había pedido: quería ser donante.
En la mañana de este miércoles se realizó el operativo de ablación multiorgánica por un equipo del Cucaicor en el hospital Escuela. Se ablacionaron hígado, corazón y pulmones. Mientras el hígado quedó en Corrientes los otros órganos salieron de la provincia.
En las redes comenzó a circular su foto y la leyenda “Héroe de salud”. Y es que Facundo Ezequiel Aguirre ayudó en vida a conservar la vida, y como no podía ser de otra manera, también así lo hizo después de muerto.
Todos los días el personal de salud batalla contra la muerte. Y Facundo lo hacía contra el covid desde que logró su contrato en el Hospital de Campaña, hospital por el que el cortejo fúnebre pasó y debió frenar para que sus compañeros de trinchera el dieran el último adiós.
Tenía 30 años, era del barrio Doctor Montaña y tenía toda una vida por delante. Que en paz descanse.
El accidente
Facundo Ezequiel Aguirre chocó el martes a un perro que cruzaba la calle. Iba en su Yamaha gris de 125 cc en la esquina de Chacabuco y Necochea, en el barrio Colombia Granaderos.
Fue trasladado al Escuela, donde debió ser intervenido quirúrgicamente de manera inmediata. Pero las heridas que sufrió en el tórax y en el cráneo eran demasiado profundas. Falleció este miércoles.