El 20 de febrero Andrea recibió la peor noticia que una madre puede recibir. A las 11 y media de la noche, su ex la llamó para decirle que el pequeño hijo de ambos había muerto ahogado y que ya lo estaban velando.
Matías, de 2 años, tenía autismo y estaba en Corrientes pasando las vacaciones con su padre. Ante la desesperación de Andrea, que viajó de inmediato a la provincia desde Buenos Aires, su expareja le respondía con evasivas. Recién el 8 de marzo pudo comunicarse con él quien la acusó de "obsesiva". Luego la bloqueó de WhatsApp y redes sociales.
En un confuso episodio, del que todavía no hay precisiones, Matías se ahogó en la pileta de la casa del abuelo, que no tenía protección, mientras estaba al cuidado de una nena de 11 años. Tras el hecho, la familia paterna retiró las cámaras de seguridad de la casa.
Cuando Andrea habló con la forense, ésta le aseguró que le enviarían una copia de la autopsia al otro día "porque era carnaval", pero -según denuncia la madre del niño- el procedimiento jamás se realizó. "Hace 7 meses que estoy pidiendo la autopsia", reclamó.
"Se lo entregué con vida y me lo devolvieron en un cajón", lamentó Andrea y señaló que el padre del nene nunca acompañó el cuerpo.
A su vez, la madre de Matías aseguró que la Justicia de Corrientes no la tomó en cuenta como mamá: "Protegen a la familia paterna", denunció. En este sentido consideró que "si hubiese sido un accidente se hubiesen manejado de otra manera" y sugirió que hubo premeditación: "Dejó las condiciones para que algo pase". Además, relató cómo el hombre la hostigó al momento de separarse.
Junto a su abogada, la madre caratuló la denuncia como homicidio por omisión y pide que se les autorice el forense de partes y la aprobación de los exámenes para determinar si el nene murió por sumersión. ElNueve.
