La Cámara de Cerveceros alertó que la situación es insostenible. Más de 6.500 familias viven de este sector.
Según el ideario macrista era la salida soñada para quienes el gobierno de Mauricio Macri había arrojado a engrosar las filas del desempleo. Sin embargo, el sueño emprendedor que alabó el por entonces ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, atraviesa una dura crisis que muchos no dudan en calificar de terminal.
La Cámara de Cerveceros Artesanales de la Argentina (CCAA) alertó que las 6.500 familias que viven de este sector podrían quedar en la calle de no mediar una ayuda urgente para ayudarlos a afrontar los duros desafíos económicos y productivos que la pandemia de coronavirus Covid-19 trajo aparejados.
De acuerdo al último sondeo realizado por la CCAA el 64,3% de los productores cerveceros vio su volumen de ventas caer más de un 90% y hoy no llegan a vender ni una décima parte de lo que solían antes de la pandemia. Además el 91,3% dijo estar facturando menos de una cuarta parte de lo que solían facturar.
Para dar cuenta de la magnitud del problema: lo que la mitad de los productores solía vender en un mes a este ritmo proyectan venderlo en 7 meses.
Así, solo el 39% de los productores llegó a pagar los sueldos completos de sus empleados.
Asimismo apenas el 1,2% de los productores cerveceros pudo saldar deudas con sus proveedores. El 24% de ellos directamente no puede pagar y un 55% está negociando con sus acreedores para poder afrontar sus deudas.
Aún con toda la ayuda brindada por el Estado, y suponiendo que alcanzasen todas las medidas, más del 75% de los productores cerveceros artesanales no llegarían a sostener la actividad mas allá de 90 días.
En los bares en los que se comercializa la cerveza artesanal el escenario en el mediano y largo plazo dista mucho además de ser auspicioso: el 70% de los encuestados consideró que tardarán al menos otros 6 meses (e incluso más) en recuperar el volumen de ventas que manejaban antes de la pandemia.
Ante esta dura situación el 15% de los cerveceros artesanales tuvo que despedir a sus empleados mientras que el 20% tuvo que recurrir a suspensiones sin goce de sueldo. El 9% suspendió trabajadores y les continuó pagando el 70% de sus sueldos mientras otro 15% suspendió con una reducción de salarios del 50%.
