La Selección Argentina de vóley vivió unas 24 horas frenéticas. Después del triunfazo ante Estados Unidos en una batalla que terminó pasadas las 3 de la mañana, los dirigidos por Marcelo Méndez volvieron a saltar a la cancha con el objetivo de cerrar la primera fase de la Liga de las Naciones (VNL) de la mejor manera posible. Y más allá de haber sentido el desgaste físico y de no haber jugado a su mejor nivel, terminó ganando ante Irán por 3-2 (25-19, 28-30, 27-29, 25-20 y 15-11).
Argentina había arrancado el partido con la misma tónica de todo el tercer weekend y del torneo en general: estuvo fino en la rotación, contó con una gran actuación de Luciano De Cecco que pudo mover la bola con comodidad para marear a la defensa iraní y el equipo tuvo fluidez en ataque por las puntas. Sin embargo, esa versión se fue diluyendo con el correr de los minutos.
Si bien el seleccionado nacional perdió el segundo y tercer set por detalles, la realidad es que en ese período no jugó bien. Estuvo lejos de su mejor versión: hasta el ingreso de Jan Martínez, pasó complicaciones en la recepción (y posteriormente en el armado). Además, no hubo continuidad en el saque y tampoco encontró demasiadas soluciones en ataque (el bloqueo rival encontró bien a Koukartsev, que se secó con el correr de los minutos).
El flojo momento se dio en las individualidades y en lo colectivo. Tanto es así que contó con chances de ganar en sets corridos. En el segundo parcial tuvo dos setpoints y no lo logró cerrar. Y lo mismo sucedió en el tercero cuando el bloqueo rival le puso un muro a las aspiraciones nacionales en el 25-24.
Así y todo, Argentina siempre estuvo en partido. A pesar de los errores, nunca dejó de competir. Y eso lo volvió a demostrar en el cuarto parcial. Mejoró con el ingreso de Armoa Morel en la parte más caliente. El punta metió dos saques ganadores al hilo, cambió la dinámica y le dio una vida más al equipo.
Otra vez todo se definía en el tiebreak. Y nuevamente la Selección sacó las últimas baterías para recargarse de energía, mejoró mucho con el bloqueo y se anotó una batalla de más de dos horas.
A esperar el cruce para los cuartos de final
Más allá de esta victoria, Argentina aún debe esperar para saber en qué posición concluirá: deberá seguir los encuentros que se jugarán este domingo en Anaheim (Estados Unidos) y en Filipinas. Dependiendo la ubicación en la tabla, conocerá a su rival en los cuartos de final del Final 8. La segunda fase del torneo es a eliminación directa y se jugará en Gdansk, Polonia, del 19 al 23 de julio.
