El jugador de 38 años que estuvo en el radar del Xeneize quedará libre al finalizar su vínculo después de que el propio presidente declaró que su ciclo está "terminado".
Boca continúa en el mercado de pases analizando las variantes que podrá traer para afrontar el tramo final de la Copa Libertadores, pero la planificación a futuro del Xeneize podría tener la presencia de un futbolista que no renovará su contrato y que ha confesado, en repetidas ocasiones, su amor por el club.
Felipe Melo finaliza su vínculo el próximo 31 de diciembre y el presidente del Palmeiras, Mauricio Galiotte, confirmó que no será tenido en cuenta por esta dirigencia que termina su mandato en la misma fecha: “El director de fútbol, Anderson Barros, le advirtió que el ciclo terminaba ahora mismo”.
Estas declaraciones realizadas a Uol se produjeron luego de los dichos del brasileño que indicó demoras en las respuestas de los dirigentes para confirmar cuál iba a ser su destino en 2022, pero deberá esperar a las elecciones que se realizarán en noviembre para elegir al nuevo presidente de la entidad después de que Galiotte cumpla su segundo mandato y no se postule para el acto eleccionario.
Por el momento, el futbolista de 38 años continuará en el plantel profesional dirigido por Abel Ferreira que marcha líder del Brasileirao junto a Bragantino con 22 unidades. Si la nueva comisión directiva no le ofrece una renovación del vínculo, se terminará su ciclo dentro de la institución luego de su llegada en 2017. Con el Verdao disputó 205 partidos con 12 goles y ganó cuatro títulos: Brasileirao 2018, Campeonato Paulista 2020, Copa Libertadores 2020 y Copa de Brasil 2020.
La pasión de Felipe Melo por Boca
Felipe Melo ha mostrado su cariño a Boca en más de una oportunidad sumado a su gusto por Juan Román Riquelme, pero aún no tuvo la oportunidad de vestir la azul y oro después de un intento fallido en marzo de 2019 con una negociación que no prosperó para que se integre a la nómina de Gustavo Alfaro. El 31 de diciembre finaliza su vínculo con Palmeiras y quedará libre.
"La mística de la Bombonera me hizo sentir un cariño especial", declaró el brasileño luego de jugar por fase de grupos y semifinales de la Copa Libertadores 2018 con el Verdao en la cancha del Xeneize. En ambos partidos jugó los 90 minutos.
Además, manifestó el origen de su amor por la institución: "Mi pasión viene desde chico, yo miraba los juegos de Boca con mi padre y hermanos, me gustaba como jugaba Riquelme. Me gusta Boca cuando veo el campeonato argentino, Riquelme no me llamó y no creo que me llame. No jugaría nunca en River, no soy gallina, esto es por pasión, no sólo por plata".
Por otro lado, su esposa Roberta Nagel concedió una entrevista en marzo último y remarcó que "su sueño es jugar en Boca", pero “el problema es que nadie lo ha llamado". "Todos ustedes saben que es un loco aficionado de Boca. Él me ha dicho que antes de retirarse quiere jugar en Argentina, en Boca”, concluyó.
