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Carlos Moratorio, el jinete correntino que fuera de todos los cálculos se subió el podio en Tokio 1964

Es hasta hoy la única medalla lograda para la Argentina en equitación. Lo consiguió montando a Chalán. Pero no fue su único logró: dos años después fue campeón del mundo.

Durante la década del 60, y también en las siguientes, las posibilidades de medalla para el deporte argentino en los Juegos Olímpicos eran ínfimas. Para Tokio 1964 no había demasiadas esperanzas, pero lo cierto es que se volvió con una medalla plateada y tal vez no figuraba en los pronósticos: la consiguió el jinete Carlos Alberto Moratorio montando a “Chalán” en la prueba completa de equitación.

Es, hasta hoy, la única medalla conquistada para la Argentina en el historial olímpico de este deporte. Y eleva a Moratorio al sitio de nuestro máximo exponente en equitación, junto a valores como Carlos Delía y Hugo Arrambide.

Nacido el 10 de noviembre de 1929 en La Cruz (Corrientes), tenía la vocación militar. Su padre, Carlos Leopoldo, era uruguayo y había huido de su país a principios de siglo, luego de que abatieran la revolución del caudillo nacionalista Aparicio Saravia.

Carlos Alberto Moratorio –entrevistado por Héctor Onesime, luego director de El Gráfico- recordó: “En mi provincia, Corrientes, el caballo era el medio para todo. Así aprendí a quererlo. Y cuando vine a Buenos Aires pedí ingresar al Liceo Militar, donde egresé como bachiller”.

Allí, siendo cadete, participó en un raid hasta Yapeyú para homenajear a San Martín. En 1951 egresó del Colegio Militar como subteniente de caballería y después de atravesar distintos destinos, desde 1960 quedó asignado a la Escuela Militar de Equitación, donde pudo combinar sus dos aficiones.

Ya se venía destacando en el deporte, logrando un 5° puesto en los Juegos Panamericanos de Chicago e integrando también la delegación olímpica en Roma. En 1962 se proclamó campeón sudamericano de la prueba completa y al año siguiente obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de San Pablo, que fue su pasaporte a la aventura olímpica.

La prueba completa, también denominada “prueba de los tres días”, se desarrolló en Tokio en condiciones muy difíciles, por terrenos anegados con frecuencia debido a las lluvias. El primer día consistía en “Adiestramiento”, con ejercicios en un picadero de 20 x 60 metros. La prueba de fondo, el segundo día, tenía cinco fases y también una gran exigencia, incluyendo un cross country de más de 7 kilómetros a través de un campo con vallas. Allí los participantes estaban expuestos a distintas bonificaciones y penalizaciones. El tercer y definitivo día estaba reservado a la prueba de caza.

El buen arranque de Moratorio resultaría decisivo. Quedó tercero en adiestramiento con 42 puntos de penalización, sólo superado por el alemán Fritz Liggers (32) y el británico Reuben Jones. Las posiciones se alteraron tras la jornada de fondo, desde la cual emergieron como líderes el británico Richard Meade y el italiano Mauro Ceccholi. Pero Moratorio, muy consistente, siguió en el tercer puesto, delante de Jones. Y los británicos decayeron en la prueba de caza, por lo que Ceccholi se alzó con la medalla de oro, Moratorio ascendió al segundo puesto y el alemán Liggers, al bronce.

No le faltó una cuota de suspenso. En uno de sus últimos saltos, la varilla se tambaleó. “Si caía, perdía 10 puntos y la medalla de plata era para otro”, contó. Pero también señaló que la “tormenta del segundo día nos complicó todo, creo que allí podía sacar más puntos”.

En la clasificación por equipos, la Argentina alcanzó el sexto puesto y allí Moratorio estuvo junto a Elvio Flores, Juan Carlos Gesualdi y Julio Efraín Henri. Obtuvieron el diploma olímpico.

Campeón mundial

Moratorio –quien ese año fue distinguido con el Olimpia de Oro como el mejor deportista argentino- realizaba su campaña con “Chalán”, un caballo que había recibido como premio en 1958 al ganar el Campeonato del Ejército. Y con el mismo animal, en 1966 alcanzó su máximo triunfo, al proclamarse campeón mundial de la prueba completa en Burghley, Inglaterra.

Allí reunió 63,10 puntos, una amplia ventaja sobre el ya conocido Meade (46,60) y medalla de bronce para la irlandesa Virginia Freeman-Jackson (41,60). Por equipos, la Argentina logró la medalla de plata detrás de Irlanda, formando con Moratorio, el teniente Roberto Pistarini, Ludovico Fusco y Enrique Sztyrle.

Moratorio fue el abanderado de la delegación argentina en los siguientes Juegos Olímpicos, en México 1968, pero el mapa de la prueba completa había cambiado totalmente y terminó en el 34° puesto individual.

Llegó a ser coronel del Ejército Argentino y a su retiro, también de las competencias, se radicó en Tandil, donde instaló una escuela de equitación con el nombre en homenaje a su anhelado “Chalán”.

Carlos Moratorio murió allí el 7 de marzo del 2010. Clarín

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