La hermana Leila Nazaret Colombo CM, realizó sus votos perpetuos en la Vicaria Sagrada de Familia ubicada en el barrio 9 de Julio, en su comunidad de origen en Goya. La celebración eucarística fue presidida por el obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramon Canecin.
Leila Nazaret Colombo es una joven de Goya. Hace 11 años que ingreso en la Congregación de las Carmelitas Misioneras.
Después de la proclamación del Evangelio, se realizó la profesión religiosa que fue recibida por la superiora vice provincial Hermana Silvia Romero, quien llamo a Leila por su nombre, obteniendo la respuesta de la joven carmelita: “Aquí estoy Señor, Tú me has llamado” e inmediatamente después de la homilía, el Obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin realizo el interrogatorio, que tuvo como respuesta destacable: “Servir a Dios como Carmelita Misionera, todos los días de mi vida”.
Monseñor Adolfo Canecin, durante la homilía dijo que “Leila fue ´primereada´y, fue aprendiendo a corresponder hasta el día de hoy” en que realizo sus votos perpetuos.
El Obispo dijo que “la llamo por su nombre, que está escrito y grabado en la palma de la mano de nuestro Dios. Nombre que es conocido por el único Buen Pastor, nombre que al ser pronunciado permite reconocer a quien pronuncia”.
Destaco luego que la respuesta de la Hermana Leila Colombo “fruto del discernimiento de quien reconoce la voz del Amado”, al tiempo que remarco que fue “una respuesta que no se improvisa” sino que es fruto de la “maduración y profundización en los años. Una respuesta que lleva la impronta de la Virgen María al Ángel, por su radicalidad, serena y alegre”.
Más adelante hizo referencia al Evangelio diciendo que “la fe, que es un don, regalo y tarea” y esa “fe que nos permite creer y aceptar que ´el cielo y la tierra pasaran´ y las Palabras del Señor, nunca pasaran”.
Remarco que deja “una verdad teológica, una verdad antropológica y una consecuencia que se transforma en misión”.
“Una verdad teológica, que revela la existencia y presencia de nuestro Dios, una verdad antropológica, donde el Hombre (varón-mujer) creado por amor y para el amor, es capaz de Dios” y recordó al fundador de la creación el Padre Francisco Palau que dijo: “nuestro corazón ha sido creado para amar a Él solo y fuera de Él está perdido” y continuo que es una consecuencia-misión, porque es la “expresión y fruto de la alianza, de la nupcialidad y del desposorio con Dios”.
Animo a la religiosa a “servir” porque el “servicio es el termómetro del amor del hombre a Dios” y aclaro que si “decae” el servicio y la entrega “no es porque la realidad sea más difícil e impermeable” sino porque “decayó el amor primero” y subrayo con las palabras de Francisco Palau: “Porque te amo busco en los servicios la ocasión de complacerte”.
“Que la Virgen María, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y esposa del Espíritu Santo. María la criatura que más valoro la iniciativa amorosa de Dios y, la que mayor supo corresponderle interceda por Leila y cada uno de nosotros” concluyo el Obispo Adolfo Canecin.
La joven “carmelita” realizo el juniorado los dos primeros años en Colombia y después en Argentina por distintas comunidades: como Barreal San Juan, Panambí Misiones, y actualmente en Río Cuarto, Córdoba.
Concelebraron el párroco presbítero Ariel Gimenez, el ex párroco presbítero La Cruz Federico Jara y el asesor diocesano de Pastoral Vocacional presbítero Daniel Alarcon Sotelo.
Asimismo se destaco el acompañamiento de las Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas, Martha Pelloni y Elbecia Pachado y de las Hermanas Carmelitas Misioneras: Maria del Carmen Córdoba, Carolina Contreras, Maria Teresa Mamonte, Veronica Herrera, Maria Jose Cortes y Luisa Spessot. Tambien la hermana Graciela Firpo de las Auxiliares Parroquiales de Santa Maria.