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Una nueva expedición viajará a los restos del Titanic para comprobar su deterioro

El trasatlántico se está descomponiendo poco a poco en el fondo del océano. Este equipo quiere evaluar daños, comprobar el estado actual del buque y rescatar los pocos objetos de valor que queden.

Hay que salvar el Titanic. El buque que se hundió el 15 de abril de 1912 en aguas del Atlántico lleva décadas siendo corroído por las inclemencias del océano desde que acabó en el fondo del mar luego de chocar contra un iceberg en su ruta hacia Estados Unidos. Icono de la cultura popular -en China están construyendo una réplica a tamaño real-, esta semana una compañía de exploración submarina y de conversación realizará una importante expedición para inspeccionar el estado actual del naufragio. Según explican en Gizmodo, no será la única misión que busque evaluar el deterioro del barco.

La misión estará a cargo de la OceanGate Expeditions, una empresa que ya causó cierta controversia el año pasado cuando empezó a anunciar que sería posible visitar los restos del naufragio, como si fuese un punto turístico más, si se pagaban los 100.000 dólares del ticket para descender en uno de los submarinos de alta tecnología de la compañía. Sabemos que habrá tres clientes de generoso bolsillo que cada uno de los viajes programados por OceanGate, un batiscafo de fibra de carbono y titanio conocido como Titán. Como os podéis imaginar, el debate está servido. Los naufragios son un terreno pantanoso, objeto de debates entorno a los dilemas legales y éticos, pues muchos de ellos continen valiosos artefactos, tesoros y útiles.

El Titanic se encuentra a unos 3800 metros de profundidad, y desde que se descubrió en 1985, muchos expertos, historiadores y científicos han remarcado que los objetos del barco deberían recuperarse, aunque tal operación sería compleja y costosa por la dificultad que entraña descender cerca de cuatro kilómetros de forma constante. Otros tantos creen que lo más importante en este caso es la conservación, pues no olvidemos que este barco encierra los restos y enseres de más de 1500 personas que fallecieron entre sus camarotes y cubiertas cuando se hundió. En cualquier caso, y tras dejarlo claro en su compromiso con los restos del hundimiento y el tesoro que se alberga en ellos, el equipo de OceanGate ha anunciado que planea hacer una crónica detallada del deterioro del naufragio, realizando análisis estructurales. "El océano se está apoderando del barco, y debemos documentarlo antes de que todo desaparezca o se vuelva irreconocible", ha especificado Stockton Rush, presidente de OceanGate a la agencia de noticias AP.

Hay que especificar que además de la flora y fauna marina, con bacterias, arqueas y otros seres, que se alimentan del barco y los materiales que lo constituyen, las corrientes marinas, muy fuertes y cambiantes, han hecho mella. "Podemos esperar que en cualquier momento la icónica barandilla de la proa se derrumbe", ha matizado Rush, que piensa que si bien durante 109 años el Titanic ha resistido estas inclemencias naturales, no garantiza que aguante mucho más. Es más: el Titanic se está deteriorando desde hace unos años. La gran escalera, un punto de entrada muy cómodo para los sumergibles ROV (Remotely Operated Vehicle) está en un proceso de descomposición constante, y el mástil delantero de 30 metros y el nido de cuervo, ya no están en pie. La cubierta de popa ha caído y en 2019 la zona de estribor pereció bajo un derrumbe.

Un equipo de alta tecnología


El Titán no es un submarino cualquiera. El dispositivo sumergible incluye varias cámaras de alta definición y equipos de sonar de haz múltiple, algo que permitirá a la empresa catalogar la zona y el estado del buque, así como comprender mejor la ecología que rodea los restos del naufragio. La operación se está financiando gracias a los turistas que descenderán en las diferentes misiones, pero hay que enfatizar que la exploración está encabezada por biólogos y arqueólogos marinos cuyo interés no es otro que el de la conservación. Desde hace años, se han recuperado más de 5000 artefactos de los restos del naufragio, muchos de los cuales han acabado en manos de coleccionistas.

Tras la quiebra de la empresa que tenía más de otros objetos, expoliados según los expertos, conservacionistas y apasionados del Titanic como James Cameron lucharon contra los fondos de inversiones que se quieren hacer con los objetos restantes y con aquellos que siguen rondando algunas subastas. Su valor asciende a más de 19,5 millones de euros, lo máximo que han pagado estos grupos por el montante de piezas rescatado del fondo del mar.

INVESTIGACIÓN CIENCIA TITANIC

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