Era un domingo de paseo y descanso el día que Gustavo Barrios desapareció y ya nada se supo de él. Hay una versión y es la de un grupo de jóvenes que lo trasladó en un yate y que indicó que no notó que el joven cayó al agua. Desde entonces su familia busca la verdad, los unen las marchas en las que piden que esto no quede en el olvido y que la Justicia “no deje de investigar”.
“Quizás vio algo que no tenía que ver”, dijo Sergio Barrios –padre de Gustavo- sobre el misterio que representa la desaparición de su hijo. “Mi hermano salió a las 16 horas, se fue con dos amigos en lancha al banco de arena que está en diagonal a la playa Arazaty. Estuvieron ahí y se encontraron con otros amigos que tenían un yate. La lancha del amigo de mi hermano se descompuso entonces a la vuelta, el yate la remolcó”, relató un familiar a Diario TAG sobre ese día.
“Eran siete personas. Lo que sabemos, por lo que contaron ellos, es que se cayó y nadie vio nada. A los minutos se dieron cuenta que no estaba, dieron media vuelta, lo buscaron un rato y después avisaron”, contó Sergio.
Mirta Mambrin, madre del joven, no puede ocultar su dolor. “No puede ser que cinco personas no vean que cae mi hijo, una bolsa de papa. Me sacaron algo mío de mi corazón, me rompieron el corazón. No son seres humanos”, manifestó en una de las marchas.
A un mes de la desaparición, familiares y amigos continúan movilizándose a la Fiscalía de Corrientes donde se investiga el hecho para finalmente “llegar a la verdad”.
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