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Ucrania pierde más territorios frente a un devastador avance ruso en el este

Las fuerzas combinadas del Ejército ruso y las milicias locales ya controlan el 95% de Lugansk y más de la mitad de Donetsk, mientras las unidades militares enviadas por Kiev se retiraron de la ciudad de Lisichansk, para evitar ser encerradas.

El Ejército ruso conquistó este jueves más territorio en el este de Ucrania, tras capturar dos poblados y un tramo de una ruta clave que le permite bloquear el abastecimiento de fuerzas ucranianas cada vez más rodeadas, informaron Ucrania y el Reino Unido.

El Ministerio de Defensa británico dijo que unidades ucranianas se habían retirado de la ciudad de Lisichansk, escenario de los combates más intensos, para evitar ser encerradas luego de que Rusia enviara refuerzos y bombardeara fuertemente la zona.

El estado mayor conjunto de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo que las fuerzas rusas tomaron control de los poblados de Loskutivka y Rai-Oleksandrivka, y que trataban de capturar el de Sirotine, a las afueras de la ciudad de Severodonetsk.

Rusia controla la mayor parte de Severodonetsk, la capital administrativa de la provincia de Lugansk, luego de semanas de bombardeos aéreos y de artillería y de duros combates calle por calle con el Ejército ucraniano.

El grueso de las tropas de Ucrania que siguen en la ciudad están atrincheradas en una planta química, la de Azot, en las márgenes del perímetro urbano. Junto a ellos hay unos 500 civiles, según autoridades locales.

Las fuerzas rusas han redoblado su ofensiva contra Lisichansk, que está situada sobre un barranco muy empinado que forma el río Donest, justo enfrente de Severodonetsk, como parte de su ofensiva para conquistar toda la región conocida como Donbass.

Rusia ya controla el 95% de Lugansk y aproximadamente la mitad de Donetsk, la otra provincia que forma el Donbass, que es fronterizo con Rusia.

Ambas provincias, donde el ruso es la lengua más hablada, ya estaban parcialmente en poder de las milicias locales prorrusas desde 2014, que han proclamado en ellas "repúblicas populares" reconocidas por Rusia.

El Ministerio de Defensa británico dijo que las fuerzas rusas habían avanzado más de 5 kilómetros hacia el sur de Lisichansk desde el domingo pasado.

“Algunas unidades ucranianas se han retirado, probablemente para evitar ser encerradas", dijo el comunicado.

"El mejor desempeño de Rusia en ese sector probablemente sea resultado de recientes unidades de refuerzo y de una fuerte concentración de fuego", agregó, informó la agencia de noticias Europa Press.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania dijeron que las tropas rusas también buscaban tomar unas colinas que dominan una autopista que va de Lisichansk a Bajmut, hacia el suroeste, en un intento por cortar las rutas de abastecimiento de las tropas ucranianas.

Un comandante de las milicias locales prorrusas, que pelean junto a Rusia, dijo que sus fuerzas ya tenían el "control logístico" de la autopista, por lo que ya no era posible a las fuerzas ucranianas recibir refuerzos o provisiones desde Bajmut.

"Su resistencia no tiene sentido, es inútil. Creo que al ritmo que van nuestros soldados, muy pronto todo el territorio de la República Popular de Lugansk estará liberado", dijo el teniente coronel Andrei Marochko a la agencia de noticias AFP.

El gobernador de Lugansk, Serguei Gaidai, confirmó horas más tarde que el tránsito en la ruta había sido cortado por el enemigo.

El ejército ruso está "llevando a cabo operaciones ofensivas para rodear a nuestras tropas en el área de Lisichansk, y están bloqueando la carretera" a Bajmut, dijo.

Gaidai agregó que una persona murió y otras tres resultaron heridas el miércoles en bombardeos rusos contra Lisichansk, incluyendo uno que destruyó una escuela.

"Tenemos tres heridos en un día, que fueron ingresados en los hospitales de Kramatorsk y Pavlograd. El martes, a última hora de la tarde, se encontró el cuerpo de un hombre sin signos de vida con heridas recibidas durante el bombardeo”, dijo.

En tanto, el Gobierno de Ucrania anunció la llegada de sistemas de lanzamiento de misiles de alta precisión estadounidenses Himars al país, prometidos por Washington para reforzar el arsenal militar de su ejército y hacer frente a la ofensiva rusa.

"Los Himars llegaron a Ucrania", dijo el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, quien agradeció a su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, por estas "potentes herramientas", tras calificarlo como su "amigo personal y colega", en un mensaje en Twitter junto a una imagen del sistema de lanzacohetes móvil instalado en vehículos blindados ligeros.

El ministro afirmó que este verano iba a ser "el último" para algunos de los ocupantes rusos, sin precisar cuántos lanzacohetes recibió Ucrania.

Tropas rusas ingresaron en Ucrania el 24 de febrero desde tres direcciones y en abril lanzó una ofensiva para capturar el Donbass luego de haber retirado a sus tropas de la periferia de Kiev, la capital, y de otras zonas del norte del país vecino.

Rusia controla ya total o parcialmente cinco provincias de Ucrania, entre ellas las dos del Donbass.

Consultado sobre un posible entendimiento político para poner fin al conflicto, el vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que "es posible una vez que Ucrania cumpla con todas las exigencias rusas".

"Ucrania sabe perfectamente bien cuáles son", agregó el vocero, Dmitri Peskov.

El Kremlin ha exigido que Ucrania acepte la soberanía rusa sobre Crimea, la península ucraniana que Rusia anexionó luego de un referendo popular de la población local en 2014, poco antes de que estallara el conflicto entre Kiev y los separatistas del Donbass.

Moscú también quiere que Ucrania reconozca a las repúblicas proclamadas por los separatistas de Lugansk y Donetsk.

Rusia, asimismo, ha dicho que Ucrania debería reconocer "la realidad en todo el terreno", lo que parece aludir a las conquistas territoriales que su Ejército ha hecho en el sur ucraniano, donde controla toda la provincia de Jerson y parte de la de Zaporiyia.

Además, Rusia ocupa parte de la provincia de Jarkov, que limita con el Donbass y con territorio ruso.

Mientras, en Bruselas los líderes de la Unión Europea (UE) iniciaron una cumbre para debatir si se concede a Ucrania el estatus de candidato para ingresar al bloque, un muy necesitado espaldarazo.

La cumbre será la primera de tres que se celebrarán en una semana en Europa, que pondrán a prueba el grado de unidad de Occidente para apoyar a Ucrania en medio de tensiones geopolíticas en aumento y del creciente impacto económico del conflicto.

Del domingo al martes, los líderes del Grupo de los Siete (G7) protagonizarán su cumbre anual en Alemania y, tras ella, los gobernantes de la OTAN se reunirán en España para debatir, en medio de diferencias, el ingreso de Finlandia y Suecia.

Aunque se espera que la UE apruebe la candidatura de Ucrania, respaldada también por la Comisión Europea, su Ejecutivo, algunos miembros han mostrado dudas, lo que prefigura un duro proceso de negociación, de años o incluso décadas de duración.

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