Opinión del Lector

Semana Santa Política

La Semana Santa es la fiesta cristiana que recuerda los últimos momentos de Cristo en la tierra: pasión, muerte y resurrección; es decir, desde que llega a Jerusalén proclamado Salvador, hasta que es procesado, muerto, enterrado y finalmente resucita. Para muchas religiones del mundo, es un momento de silencio y reflexión, que debe aprovecharse para meditar.

En la Corrientes de la cruz de los milagros, de los carnavales que se suspenden 40 días antes del domingo de ramos, este año, por disposición del señor Gobernador, la Semana Santa, tendrá poco de santa.

No es este escrito el que banaliza la celebración cristiana, que coincide este año con el Pesaj judío, es la realidad de aquellos que al mismo tiempo están en el templo y el cabaret. Estarán los partidos políticos entregándose a la desenfrenada tarea de combinar fórmulas para la realización de Alianzas o Frentes para competir en las próximas elecciones. Y aunque todavía no venzan los plazos para la presentación de candidatos, la conformación de la alianza ya requiere la fijación de espacios que, en muchos casos, ya tienen nombres propios.

En el armado de las listas, cuando no hay internas que impongan la voluntad popular, vemos permanentemente traiciones entre hermanos, cobardías, pasiones que transforman amor en odio y a la inversa. El enemigo que se abraza, la guerra y la paz que conviven en el mismo acto. Es creer que la única manera de ser seguido es correr más rápido que los otros. Es dejar de ver el peligro, solo ver el beneficio.

Es demiurgo creando la vasija desde el mismo barro. Juan Domingo Perón solía decir que los ranchos se construyen con paja, barro y un poco de bosta. Así justificaba la integración heterogénea del amplio y pendular movimiento que había creado. “Si quiero llevar sólo a los buenos me voy a quedar con muy poquitos”, sinceraba ante el reclamo de los diversos sectores cuando llegaban con quejas de otros compañeros. Ambas frases se inmortalizaron y sirvieron tanto para justificar actores políticamente incorrectos como para renovar espacios y no volver a cometer viejos errores. Esa, la última, es la parte que no entendimos.

Es imposible que se recojan todas las opiniones, que se conjuguen todos los intereses. Lo cierto es que, si se los elige en función de ciertas premisas que orienten una búsqueda y una selección, puede lograrse un elenco seguro que llegue a ofrecer en conjunto e individualmente lo más granado de la dirigencia.

Cuando el criterio de selección ha sido bien inspirado, consistente, sin la anteojera del beneficio personal, las procedencias o los orígenes no son cuestión importante, ya que el que tiene intenciones diferentes no podrá verse reflejado y muchos menos representado.

Esperamos que las celebraciones santas inspiren a los “operadores” políticos correntinos para dejarnos una luz de esperanza de tener un mejor porvenir. Del oficialismo local no podemos esperar gran cosa, las listas estarán encabezadas por Colombi / Flinta y Cassani respectivamente.

En un vuelo efímero, fugaz, brevísimo el interventor del PJ, Juanchi Zabaleta, atendió a unos pocos peronistas y otros no tan peronistas (aliados que le dicen) en un emblemático hotel de la costanera propiedad del dueño de los casinos. Que el compañero descanse cómodo está bien, pero que utilice ese hotel para reunir a los cumpas… ¿Y la casa del Partido? ¿O un sindicato? Tal vez hubiese sido mejor, al menos más amplio, más abierto, menos contubernio, un hotel huele a amancebamiento. No queremos agraviar a nadie, pero callar el pensamiento es olvidar el bastón que el general nos puso en la mochila y Cristina nos pidió que usemos. Creemos que Zabaleta en su sobrevuelo por Corrientes, deja menos sombra que un pájaro en vuelo.

Esperamos ansiosos que las listas de la oposición ofrezcan una alternativa diferente en proyecto, mensaje y candidatos/as. El pueblo correntino agradecido. Dijo un periodista del norte que: “El peronismo se ha convertido en una cuestión de fe”. Que opere el milagro y si así no fuere que Dios “los perdone porque no saben lo que hacen”. –

Autor: GERMAN WIENS|

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