Opinión del Lector

Se dispara el interés digital de los argentinos por la riqueza

El pandémico año que está finalizando trastocó la discusión sobre riqueza y pobreza. Con datos en línea desde hade 17 años, surge que, hasta ahora, para los argentinos la cuestión de la riqueza nunca superó en interés a la pobreza.



La riqueza como tal es uno de los fetiches de nuestra vida capitalista que más interés despierta. Desde hace años, revistas especializadas muestran cómo los ricos se enriquecen y cómo hacen de su dinero un modo de vida envidiado.

De hecho, es difícil que políticos inescrupulosos y delincuentes de todo pelaje desestimen la posibilidad de acceder a la riqueza… y mostrar su logro. En el mundo digital, este fenómeno de ricos (y también famosos) tiene un especial e interesante protagonismo. Partamos de un dato global para pone en contexto el asunto.

Con Scidata Argentina tomamos los datos proporcionados por la matriz de Google, que recopila información de sobre el comportamiento de los usuarios en el buscador más popular del momento. Definimos tres categorías de búsquedas Web: riqueza, pobreza y desigualdad. Los resultados no pueden ser más claros.


Desde 2004 hasta estos días, las búsquedas sobre “riqueza” fueron creciendo sistemáticamente, un 83%. En paralelo, las consultas por “pobreza” mostraron picos entre 2004 y 2005 para luego descender paulatinamente hasta 2011: la baja fue del 65%.

Entre 2012 y 2020, las consultas sobre la problemática de la pobreza crecieron levemente: un 14%. En paralelo, las averiguaciones por “desigualdad” se mantuvieron en valores de entre 6,7 y 8,4 puntos, en la escala de Google Trends en la que 100 es el interés máximo.

Salta a la vista que el mundo está cada vez más atento a lo que sucede con los ricos (millonarios y milmillonarios), mientras la pobreza deja de ser un asunto central.

Argentina, tierra de ricos y pobres

Nuestro país, en cambio, tiene entre sus usuarios en línea un comportamiento distinto ante la riqueza y la pobreza. En la serie histórica 2004-2020 podemos observar una diferencia notoria ante el resto del mundo.

Entre 2004 y 2007, el interés por la pobreza fue el centro del interés de los usuarios argentinos de Google. Por ejemplo, en 2004 el interés por la temática tocaba los 61,2 puntos, en un momento en el que la pobreza en la Argentina era cruel, doloroso y presente.

Sin dudas, los vestigios del 2001 todavía se hacían sentir en el comportamiento social de una población que comenzaba a recuperar lo perdido en términos económicos, sociales y políticos. Desde entonces y hasta 2013, las consultas de los argentinos por la pobreza fueron bajando progresivamente, en el orden del 40%.

Sin embargo, el estancamiento económico del país desde la segunda década del siglo XXI en adelante alimentaron nuevamente la discusión por los más pobres. Esto también se vio reflejado en la Web.

Las consultas por “pobreza” treparon un 89% hasta 2019. En paralelo, las consultas por “riqueza” fueron creciendo paulatinamente entre los argentinos. Entre 2004 y 2019 el incremento fue del 79%.

2020, el año que todo cambió

Tanto a nivel global como en nuestro país, el pandémico año que está finalizando trastocó la discusión sobre riqueza y pobreza.

Siguiendo con las métricas de Google, entre el año y pasado y 2019, las consultas mundiales por riqueza crecieron un 20%. En tanto, las búsquedas por pobreza apenas subieron un 1%.

En la Argentina, los usuarios locales incrementaron las consultas por la riqueza un 48% en comparación con 2019. Y en paralelo, las averiguaciones sobre pobreza bajaron un 16%. Las razones de estos cambios de comportamientos hay que buscarlos por el lado de la percepción social de la pobreza y de la riqueza.

Como decíamos más arriba, la Argentina viene teniendo un debate casi kármico por el drama de los pobres. De hecho, es uno de los 5 países junto a Japón, Noruega, Guatemala y Dinamarca que más información buscan online sobre la temática.

Y en las redes sociales, en Twitter, en las últimas semanas la Argentina fue el país que más menciones generó sobre la temática en entre los países de habla hispana (36%) superando a España (17,2%) y México (15,2%). Volvamos a la Web.

Con datos en línea desde hade 17 años, surge que, hasta ahora, para los argentinos la cuestión de la riqueza nunca superó en interés a la pobreza.

Sin embargo, en este 2020 la brecha se redujo al mínimo histórico, e incluso la riqueza sacó un mínimo de diferencia.

Hagamos ahora una visualización de las consultas por “pobreza”, “riqueza” y “desigualdad durante este año. Si bien las consultas sobre la pobreza crecieron un 35%, las averiguaciones sobre la riqueza se incrementaron un 115%.

En paralelo, las búsquedas por el fenómeno de la desigualdad (especialmente la disparidad de ingresos) treparon ¡1.000 por ciento! Indudablemente, cuando el gobierno del Frente de Todos disparó el debate sobre el impuesto a las grandes fortunas, apuntó hacia un debate latente entre los argentinos.

Rechazo en las redes

Pasemos ahora a analizar el diálogo de las redes sociales sobre el tema de la riqueza. De acuerdo con los datos recopilados y analizados junto a Scidata, también en la charla digital el tema de la riqueza supera al debate sobre la riqueza.

A lo largo del último mes, más de 3 millones338 mil usuarios fueron alcanzados por publicaciones sobre “pobreza”. En el mismo período, más de 8 millones 625 mil usuarios geolocalizados en la Argentina tuvieron potencial contacto en menciones a la riqueza.

En cuanto a participación de las menciones por ambos fenómenos socioeconómicos, el 74% correspondieron a citas de términos relacionados con la pobreza. El 26% restante fue para el diálogo con menciones a la riqueza.

Otro dato interesante para tener en cuenta es el clima de diálogo sobre ambas temáticas. La charla sobre la pobreza entre usuarios argentinos de Twitter tiene un 87% de menciones negativas, mientras que hablando sobre riqueza el sentimiento adverso baja al 75%.

¿Por qué tan elevado sentimiento negativo sobre la riqueza? Para entenderlo no hay que dejar de tener presente la discusión actual sobre el rol de los sectores más ricos en el contexto de la pandemia. Sumado a esto, el clima de diálogo sobre el impuesto a las grandes fortunas no hizo más que potenciar esta adversidad sobre la cuestión de los ricos.


Palabras como “problema”, “inseguridad” y “ajuste” son algunas de más usadas especialmente por los que rechazan el impuesto a la riqueza que impulsa el Frente de Todos.

Dentro del 25% de menciones favorables sobre la riqueza, paradójicamente, se encuentra los usuarios que defienden el proyecto con palabras como “consolidar” y “aporte”.

Protagonistas del debate

Otra perspectiva de análisis del diálogo de los argentinos por la riqueza es desde la semántica de la charla.
A lo lago de las últimas semanas, el gobierno logró instalar el tema y claramente politizó el asunto.

De esta manera, “Alberto Fernández” es el nombre más asociado a la narrativa en Twitter sobre la riqueza, seguido por Mauricio Macri, Cristina Fernández, Sergio Massa y Luis Etchevehere. El nombre del dirigente rural y exministro del área durante el macrismo no es casual. Se debe a que el debate por el tributo a los grandes patrimonios empujó numerosas menciones acerca del “campo” y su negocio.

También detectamos una fuerte relación entre “riqueza”, “pobres” e “IFE” uno de los puntos que más viene explotando el oficialismo: justificar la aplicación del impuesto a las grandes fortunas, para repartir lo recaudado entre los sectores más vulnerables.

Entre las menciones de más impacto acerca del debate por el impuesto a la riqueza, predominan las publicaciones que rechazan el gravamen.

Una de las más populares, es del troll antiK Timbuktú (@pulsionparcial) con 68 mil 500 seguidores en Twitter, acusando al oficialismo de instalar de manera artificial debates sobre distintos temas:

https://twitter.com/pulsionparcial/status/1321096273680891906

Otra de las menciones de más impacto sobre el tema riqueza es de la diputada por la Coalición Cívica-ARI, Paula Oliveto, desestimando el éxito de la aplicación del impuesto a las grandes fortunas:
https://twitter.com/pau_oliveto/status/1328676272390729728

Autor: Diego Corbalán

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