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Sacerdote en el Campaña: Lo más difícil es verlos sufrir en soledad

Miguel Gómez es vicario de la Salud y cumplirá un año de trabajo espiritual con internados por covid-19, familiares y personal sanitario. Contó su experiencia a República de Corrientes.

El padre Miguel Gómez cumplirá un año de su trabajo pastoral en el hospital de campaña. A fines de noviembre de 2020 comenzó a ir al centro de salud para dar contención espiritual a los enfermos de covid-19 y a sus familias. Él se contagió, pero a los pocos días volvió a ir.

"Decidí ir al hospital de campaña porque mi vocación como sacerdote es ayudar espiritualmente al más necesitado y tengo el deber como vicario de la Salud asistir a todos los enfermos. También motivó mi ida al Campaña saber en primera persona lo que se siente tener el virus. Durante el tiempo que transité tuve en claro que, después de recuperar la salud, mi lugar era ese", contó a República de Corrientes.

El sacerdote dijo que "lo volvería hacer, por supuesto". "Al dar el sí a Jesús, también di el sí a los más necesitados, asistiéndolos en la enfermedad, en el proceso de recuperación o en la hora de su partida a la casa del Señor, es decir, acompañarlos siempre, llevando la palabra del Señor", dijo.

"Fueron muchas las situaciones difíciles, personas atravesando por mucha angustia y dolor personal. Estuve cansado por tantas horas de trabajo, pero en ese momento es cuando debemos centrar nuestra mirada en Cristo, fuente de toda fortaleza y misericordia", sostuvo el padre Miguel.

Agregó: "El momento más difícil es el verlos sufrir físicamente y en la soledad, ya que este virus no permite el acompañamiento familiar, así que una palabra o un gesto para los enfermos es un soplo de aliento y eso reconforta enormemente".

El sacerdote comentó que "a las familias también debemos acompañarlas durante el proceso de enfermedad de sus seres queridos".

Hay que "darles ánimo, esperanza, porque era mucha la incertidumbre por la que debían pasar con esta enfermedad que nos desorientaba y no sabíamos enfrentar".

"Las familias son el sostén importante en el enfermo", remarcó el sacerdote a República de Corrientes.

Al no estar permitidas las visitas, "es la oración lo que los mantiene unidos", además de "la confianza en Dios".

"En muchas ocasiones se acercaban a pedir el sacramento de la unción de los enfermos para algún miembro de la familia allí internado", continuó.

En esta pandemia, estuvo además cerca del personal de Salud, que trabajó de manera incansable y que, hasta hoy, son los que están más expuestos al virus.

Al respecto, contó que "siempre tratamos de acompañar desde la oración en primera medida y también desde la cercanía con las visitas al hospital, a través de los sacramentos y misas".

"Pero hay que decir que los médicos y enfermeros fueron los que me ayudaban a mí en las visitas para asistirlos espiritualmente y darles los sacramentos a los enfermos que allí se encontraban. Su apoyo fue muy importante", contó.

El padre Miguel continuará visitando a los enfermos en el hospital de campaña "con la ayuda de Dios".

"Seguramente, si es voluntad de Dios, allí estaremos. Es nuestro lugar, junto al que sufre, al pobre, al necesitado", dijo.

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